Narrador.
Karina estaba en shock, aún le costaba procesar toda esa cruda verdad, pensaba que Boris resultó ser un desalmado con complejo de manipulador que siempre supo jugar con ella y que siempre fue su muñeca de arcilla que moldeó a su antojo para satisfacer su desmedido ego.
Llegó a su oficina pensando en todo eso y en la manera como tuvo que salir casi corriendo para no dejarse derrumbar o convencer así de fácil por él. Cuando lo vio de rodillas quiso falsear.
<<No puedo dejar que me envuelva en sus mentiras nuevamente>> pensó dolida, llorando y sin poder abrir su portátil para trabajar porque no tenía cabeza para nada.
—Me utilizó en Berlín, cuando creía que era solo