Capítulo 20: Evaluna no se ha olvidado de Gael.
SIGUIENTE DÍA.
El viaje de Manaos hasta llegar a Yamabé lo hicimos en un aterrador silencio, Juan Carlos no me hablaba, sólo yo lo hacía y para cosas esenciales como: sigue derecho, ten cuidado con los animales que cruzan la vía, más adelante está el paso de un riachuelo.
Él solo se limitaba a conducir, pero lo hacía muy veloz, por eso me atreví a decirle.
—Juan Carlos no vayas tan rápido, esta vía no es muy buena, ten cuidado.
—Evaluna, quien conduce soy yo, sé lo que hago, además quiero llegar al pueblo lo más rápido que pueda, todavía nos falta el viaje en lancha.
—¿Y eso por qué? ¿A qué se debe tanta prisa?
—Me urge trabajar, mientras más rápido lo haga, más rápido terminaré con la construcción, necesito irme a España.
—Ya veo, seguramente allá tienes cosas que atender.
—Sí, así es.
—Si te duele tanto lo que dejaste, ¿por qué te viniste?
—Lo hice por mí papá.
—Pero puedes hacer algo, debes tener a alguien en quien tú co