Las frías paredes del nosocomio escondían a un híbrido que intentaba salvar su vida.

Al ver que Benjamín y Reynaldo salían de la habitación apresurados, aprovechó el momento para visitar a su socia.

El lugar estaba en penumbras, el olor a desinfectante era asfixiante. Lisa fingía no sentir dolor para evitar el cuestionamiento sobre su loba, pero interiormente solo respirar era una tortura.

Lisa: - ¿Qué quieres? - con un tono desdeñoso.

Dr. Gonzalez: - Deberías tratarme mejor, soy tu único aliado. -

Lisa intentó ignorarlo, mientras se quejaba de dolor entre dientes, pero sabía que era la única persona que podría ayudarla; sus planes con Benjamín pendían de un hilo y no tenía información ni contexto para planificar sus siguientes pasos.

El médico sacó un pequeño recipiente con un brebaje y se lo entregó a la mujer.

Lisa: - ¿Qué es esto? -

Dr. González: - Solo algo para que cures tus heridas, si no lo quieres no lo tomes; ¿pero no crees que sería sospechoso que todavía no te h