Cap. 85: Lo que una mujer quiere.
Las mujeres creían que se encontraban solas, pero tenían varios ojos y oídos custodiándolas. Igor y Vladímir, como siempre, revisaron la seguridad de sus chicas, pero no estaban muy preocupados, porque siempre tenían a sus sombras controlando desde lejos. Decidieron que era algo demasiado privado para ellas, por lo que se retiraron a sus habitaciones.
Pero Benjamín y Estanislao no podían dejarlas; fingían no notar la presencia del otro, pero luego de escucharlas notaron que no eran muy distintos el uno del otro.
Cuando las mujeres se durmieron a altas horas de la madrugada, Benjamín se acercó a Estanislao.
—Por lo visto no soy el único que rechaza a su mujer— tratando de buscar la simpatía del alfa.
—Jamás la rechacé; es complicada nuestra relación, pero nunca la abandoné como lo hiciste tú— con molestia en su voz.
—Eso te lo reconozco, ¿pero no tiene nada de malo que sea una omega? Julia es una omega y es perfecta para su cargo; Reynaldo es tan feliz por tenerla— necesitaba enten