La reacción infantil de Vladímir desató un escándalo intercontinental. Las repercusiones corrieron como la pólvora; la joven que "convivía" con el alfa Vladímir ahora era el centro de investigaciones periodísticas y la envidia de las mujeres que codiciaban al joven.

El joven no hacía pública su vida personal; solo tenía redes sociales por cuestiones de imagen pública.

En pocos minutos, su teléfono sonó; era su padre.

Igor: —Vladímir, ¿quién es la chica?

Vladímir: —Papá, es la chica con la que pretendo casarme. Pensé que mamá te lo había comentado.

Igor: —No, pero supongo que tendrá sus razones. En este momento tuvo que viajar a visitar a su familia.

Vladímir: —Pensé que ella no tenía manada.

Igor: —Tu madre tiene manada, pero por los últimos acontecimientos estoy seguro de que lo mejor que hizo fue huir de ellos. No te preocupes por ella, lo solucionará, pero cuida de esa niña.

Sin decir nada más, cortó la llamada, dejando muchas más preguntas que respuestas.

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