—Regina… ¿estás dormida? — cuestionó Jane en voz baja al verla recostada en su cama y boca abajo, la noche había caído, pero, aun así, era temprano para dormir, se habían quedado doblando turno por el nuevo lanzamiento que se llevaría a cabo.
—No, solo cansada — respondió Regina sin moverse.
—Veremos una peli en nuestro rato de descanso — informó Alma mientras encendía el computador portátil, tanto ella como la castaña estaban sentadas en el suelo y recargadas en la cama donde estaba la tímida chica.
—Espero que sea algo romántico y con bonitas escenas de amor — comentó emocionada la castaña abriendo una bolsa de papitas.
—¡Oh!... claro que habrá escenas de amor — aseguró pícaramente la voluptuosa joven.
Regina suspiró cansadamente sin voltearlas a ver… ¿por qué ella no tenía un noviazgo como el de las películas?
El vibrar de su celular la distrajo, buscó debajo de su almohada donde lo había colocado y abrió el mensaje.
“Mañana a las cinco saldremos, vendrás conmigo a un bar, e