Capitulo 8
La luz del sol se iba desplazando desde la ventana al piso, Caminando hacia la cama de Daliana y recorriendo suavemente su rostro. La calidez del sol matutino era un despertar brusco para una mente todavía perdida en la confusión del día anterior. Frustrada por la cruda realidad que la rodeaba, Se levantó de la cama con pereza.
—No puedo creer que sea hoy —Murmuró, Mientras una sombra de angustia se dibujaba en su frente—. ¿Cómo puedo regresar a mi época?, Tengo que pensar muy bien cómo le hice para venir aquí... Yo que recuerde...Hmmm...Toqué la piedra con mi mano derecha..Y después todo se puso borroso...—
Desesperada, Sus manos se enredaron en sus cabellos, Tratando de aclarar los pensamientos que la atormentaban. Luego, Posó las manos sobre sus piernas y miró fijamente su anillo, El símbolo de un amor que había sido verdadero, Pero que ahora parecía un eco distante de lo que alguna vez fue. En aquel anillo, Pequeños diamantes estaban incrustados, Pero al inspeccionarlo