Capitulo 29
Daliana, Con una gran habilidad y precisión, Pudo bloquear el fatal ataque con su espada, El choque del metal resonando en el aire como un eco de esperanza entre la desesperación que emanaba la desesperación.
—¡Retírate ya! Vete junto a tus hombres— Gritó Daliana, Con una voz que desbordaba autoridad e ira. —Esto es un empate. Vete antes que te mate, Porque ganas no me faltan para atravesar mi espada en tu garganta.—
Jacob, Que siempre había tenido un don para el sarcasmo, No pudo resistir la tentación de lanzar un comentario ácido. Su mirada se posó en Daliana, Y una sonrisa burlona se extendió por su rostro.
—Qué ironía, ¿Tú esposa ahora te salva el pellejo? Jajaja, Quien lo diría— Replicó, Disfrutando de la incomodidad que sus palabras causaban.
Daliana lo miró con desprecio, Recordando todas las atrocidades que él había cometido, Las cicatrices emocionales que dejaban huella en su alma. Sus ojos destilaban una enorme rabia el cual no había podido superar ni mu