Me parece que mi bebé sabe en qué peligro me encuentro, porque comienza a moverse frenéticamente en mi vientre, causando que me duela mucho más. Es por eso, que me quejo y doblo mi cuerpo ante el dolor.
— ¡Marcela! — gritan los dos con tanto temor que pareciera que les importará lo que me pueda pasar.Al segundo siguiente, lo que siento dos grandes manos en mi vientre y el otro par en mi espalda baja como si intentaran ayudarme.— ¡¿Te encuentras bien?! — preguntan los dos al unísono con evidente nerviosismo.— ¿Cómo creen que voy a estar bien si ustedes se encuentran aquí? — preguntó molesta y lo siguiente que ellos realizan en contra de mi voluntad es cargarme entre los dos para marcharse conmigo.— Debemos llevarla ahora mismo a un hospital.— ¿Cómo podríamos llevarlo a un hospital si no estamos