"Lala? ¿Lala, qué te pasa, Lala? ¿Fui demasiado duro contigo? ¡Despierta, Lala!" gritó Raka, incapaz de mostrar ternura hacia ella.
La verdad era que Raka siempre había estado enamorado de Lala, pero la chica nunca le había correspondido. Él la perseguía constantemente, tanto que terminó asustándola.
"La, despierta." Raka tomó a Lala en sus brazos, sacudiéndola y dándole suaves palmadas en las mejillas, esperando que abriera los ojos. No parecía importarle el fuego que seguía ardiendo ferozmente, amenazando con consumir toda la casa mientras las llamas los envolvían.
"¡Lala!" gritó Demian al entrar en la casa bajo la vigilancia de los rescatistas. Sabían que se enfrentaban a un joven con problemas mentales, alguien que podía actuar impulsivamente sin control.
"¿Tú...? ¿Por qué entraste? ¿Quieres hacerte el héroe otra vez por ella?" espetó Raka.
"¡Estás loco, Raka! ¿Qué quieres de Lala? ¡Está tan asustada de ti que ha quedado traumatizada!"
"¿Traumatizada por mí? No, eso no