Capítulo 72- Eren Eardwulf en Escena parte 6-1

~Acto II: Un grave error~

Si pudiera mi pasado definir a Cadence Beckham con una sola palabra esa sería “complaciente” sin embargo, por las muchas veces que la he visto mostrar su verdadera cara con el valor que solo una cerveza, un vino o que cualquier bebida alcohólica puede dar, sé que hay más allá de ese rostro asustado y actitud sumisa a pesar de no estar de acuerdo en algo.

Ahora que tengo su novela en mis manos veo que no me equivoqué al respecto, hay mucho en ella que ignoraba y otro tanto que tenía mis sospechas. Hay fuego intenso y unas ganas brutales de liberarse y ser su verdadero yo.

Sus historias anteriores solo eran una pequeña extensión de su ser abrumado, en esta novela acaba de liberar casi todo su potencial. Sin embargo no me agrada nada lo que estoy encontrando, hay una furia incontenible, una pasión dolorosa y un alma que ha pasado por demasiadas cosas para contenerlas en su pequeño cuerpo.

Yo conocí solo un tercio de esa Beckham… o debería llamarla Cadence Dawson, su apellido verdadero. Lo cierto es que desde que cumplió 19 años, ella comenzó a intentar abrir sus alas y vivir, es la Cadence que conozco desde entonces sin embargo hay tanto de ella que no comprendí hasta ahora.

Abro el cajón que he dejado en pausa en mi intensión por tirarlo todo, veo unas hojas engrapadas, son las gráficas de sus ventas que oculté incluso de mi propio abuelo. Si tan solo supieras, Cadence Beckham todo lo que este idiota ha hecho por ti… Me pregunto si elegirías de nuevo renunciar probando lo egoísta que eres a sabiendas de todo esto.

***

Hace seis meses.

No soy un hombre de muchos errores. Considerándome a mí mismo un error desde nacimiento, por arrebatarle la vida a mi madre, solo he vivido tratando de ser perfecto en el mundo. Porque si muestras ser valioso y útil los demás no te consideraran un error. Es lo que suelo pensar, no hay lugar en la tierra para los fracasos ni los errores.

Por tanto tengo solo una regla en la vida. Si algo no funciona después de tres intentos entonces debo desecharlo.

Solo pocas veces he roto mi propia regla y esas pocas veces han sido por alguien en específico.

La primera, al sentirme atraído por la misma persona tres veces.

La segunda, tolerar un rechazo tres veces

La tercera, aceptar el fracaso de una persona a mi cargo tres veces y no echarla de mi oficina perfecta.

Y por último la cuarta... Intentar obtener algo para mí... Más de tres veces.

Está vez he decidido jugarme el todo o nada en un desafío que tengo que ganar a toda costa.

No solo porque la chica me interesa sino porque por distintos errores en mi vida provoqué que ese alguien cerrara su corazón al punto que afecta en su trabajo y mente. Es por ello que a pesar de que ya me ha olvidado tres veces, voy a intentarlo una vez más.

Y está vez haré todo cuanto pueda para lograr que mi objetivo se cumpla. Sin embargo, tengo una regla que no pienso romper: Tres veces. Si después de tres veces no obtengo resultados voy a darme por vencido en mi plan de conquista.

Así que aquí estoy en mi oficina en lugar de revisando otros textos, heme aquí anotando toda una cantidad de lluvia de ideas pensando en la estrategia perfecta... En primer lugar debo lograr que Cadence acepte cambiar el rumbo de su estilo e historias con vacíos emocionales a algo más positivo. Después, usar esa nueva historia para redescubrir y desenterrar los sentimientos que cree muertos y después... Pulir a ese diamante en bruto que se cree una gema de fantasía tanto para el mundo como para mí. Finalmente, me ganaré su confianza y con mis actos la guiaré a conocer lo que es la pasión, la entrega y... Por supuesto, el placer.

Es sencillo decirlo, el verdadero desafío es hacerlo.

También para que este plan sea un éxito requiero de un par de reglas primordiales para no pasarme demasiado del borde.

1.- No presionar más de tres veces en algo.

2.- Esperar a ser invitado.

3.- Los límites los pone ella y no puedo obligarle a nada.

4.- No me voy a enojar ni sentirlo como algo personal si me rechaza y no funciona.

5.- Ser amable.

Y por último la más importante

6.- No voy a tocarla ni hacer algo sin su consentimiento.

Bien, con todo esto solo queda algo por hacer...

[Liam: ¿Entonces quiere que lo investigue?]

[Procede como acordamos]

Investigarla e indagar en todos los aspectos de su vida es solo en caso de respaldo y esa información no podré verla a menos que sea una verdadera emergencia. Sé que no está bien meterme en su vida si no me da permiso para hacerlo así que lo mínimo que puedo hacer es respetar esa información y descubrir lo que quiero por su propia boca.

Veo el teléfono y aunque le he llamado muchas veces en más de cuatro años jamás me había sentido nervioso de hacerlo. Ahora que me he decidido a ir de cacería detrás de esta mujer, he descubierto que nunca me he tenido que esforzar de verdad por una conquista, es la primera vez que soy yo quien da pasos detrás de otra persona y no al revés.

{¿Bueno?}

Su voz hace que mi pecho lata con fuerza. Debo mantener la calma y no revelarme hasta que sea el momento adecuado.

—Beckham, se solicita tu presencia en mi oficina.

***

Miro el reloj y la puerta impaciente. Solo recuerdo tres veces en distintos momentos de mí vida que he sentido como si el alma se me sale por el pecho por cada segundo de espera.  La primera cuando la esperé varias horas en el parque, la segunda después de la mentada noche de abril y la tercera la mañana después de la boda.

Esta vez sé que no me dejará plantado y tampoco espero que recuerde algo, sin embargo puedo recibir su negativa y rechazo. Después de tres veces debo desistir.

TOCTOC

Si mi corazón latía bastante ahora está latiendo como loco, no hay expectativas pero no quiero fracasar. Debo calmarme porque si estoy nervioso tiendo a decir cosas de las que luego me arrepiento, cuando la veo no puedo evitar molestarla y tratar de disimular lo mucho que me gusta con actitudes despectivas. Si hago eso no haré más que ganarme su rechazo.

Calma, serenidad, compórtate como un día normal... No, si me porto como un día normal me va a llamar mamón en su cabeza. ¡Agh! ¡Al diablo, solo tendré un poquito de mayor control de mí mismo y lo que digo!

—Pasa.

En cuanto abre la puerta mira hacia los lados como conejo asustadizo, como si buscara alguna clase de peligro alrededor de mi oficina y aunque me he jurado ser paciente, mi inquietud saca lo peor de mí.

—Vas a desgastar mis cosas si las ves tanto.

Ah, sí que soy bien idiota para hablar...

Salta de la sorpresa y sé que lo he arruinado con esa introducción, pues ya me puso como seis barreras por esas palabras estúpidas.

Bien, lo menos que puedo hacer es que se sienta cómoda de nuevo.

Señalo la silla evitando decir algo que lo arruine.

Lo bueno de Beckham es que en estos años ha entendido algunos de mis gestos y no es necesario las palabras para que haga las cosas.  Se sienta sin decir nada tampoco y no sabré si eso es bueno o malo hasta que ella mire el suelo arrugando la falda de su traje formal.

Antes de que se asuste y mire abajo cerrando todo contacto visual, le entrego la hoja que tengo preparada desde hace un tiempo.

— ¿Qué es esto?

Es lógico que no entienda, es la primera vez que le muestro información como esa, solo en la oficina y los editores más importantes tenemos acceso a esas gráficas y números. En resumen todo debe ser confidencial pero he quebrantado esa regla por ella, solo así comprenderá la gravedad de su situación.

—Son las últimas ventas que ha generado tu libro digital— Digo tratando de sonar serio y que las emociones no me ganen.

Su reacción no se hace esperar, pobrecilla... Veo en su mirada la desesperación que trata de ocultar. Quisiera abrazarla pero eso solo perjudicará mi plan, en primera porque se va a asustar si lo hago y en segunda, porque quiero que caiga hasta lo más bajo y acepte que necesita cambiar su enfoque.

—No es la primera vez que tus historias de baja calidad nos hacen perder millones, señorita Beckham.

¡Dije que sería amable! ¡Eso va demasiado lejos de ese concepto!

—Tch, qué millones se van a perder por una obra en digital...

Espera, ¿Ella dijo eso? No miró al suelo como regañada sino que se defendió como cuando ha estado bebiendo y es más sincera... No habrá estado bebiendo ¿O sí? Si trae alcohol no servirá mi plan por su condición de olvidar las cosas.

Ah... Es tan linda cuando se enoja y libera sus garras… ¡Enfócate, Wolf!

—Por supuesto, alguien con la pobreza mental como la tuya, una mediocre escritora de cuarta...

¡¿Por qué cuando estoy con ella digo las cosas como si fuera un idiota arrogante?! ¿Es así como la llamo siempre? ¡Soy un imbécil!

Sé que me he pasado de la raya, hasta yo mismo no puedo creer que diga las cosas de esa forma, Pero ver que mira hacia abajo y arruga su vestido  es el primer strike a mis tres intentos.

Respiro hondo y trato de ser más amable con mis palabras.

—Para tu siguiente trabajo quiero que escribas algo diferente.

Si la miro directamente no hago más que desear aventarme sobre ella y abrazarla al verla tan asustada y desesperada.  No quiero que me tema, quiero que me vea como su protección, que pueda confiar en mí.

Tomo una de mis figuras de bronce tratando de evadir las ganas de mirarla.

Mientras tanto Cadence insiste en que con un misterio más liviano puede cambiar las cosas. Aunque tranquilamente respondo que nada de eso que ya escribe servirá, continúa con ideas que solo la mantienen en la misma posición neutra en que ha estado más de cuatro años.

—Hasta ahora solo has escrito novelas nulas en romance.

—Eso es porque no me gusta el género —Sus palabras son como cuchillas afiladas que me recuerdan como afirmó en la fiesta de esa boda su renuencia a los asuntos del amor.

—Exacto, solo has escrito desde tu propia zona de confort.

Cadence se muerde los labios, quisiera evitar que haga eso porque no me gustaría que se dañen, sin embargo es la prueba de que mis palabras comienzan a surtir efecto en su cabeza.

—Ustedes dijeron que tengo la libertad de escribir ---

—Eso fue antes de que mostraras ventas tan bajas.

Por favor entiende, si sigues así solo caerás en el abismo. No quiero que te aparten de mi lado ¡debo hacerte florecer en este campo de flores antes de que descubran que has sido un brote por más de cuatro años!

¡BANG!

Me percato demasiado tarde que es mi mano la que ha golpeado el escritorio. Lo peor es que ella salta y me mira con temor.

Strike 2

No puede ser, ya lo ha rechazado dos veces, si fallo una tercera no hay nada más que pueda hacer.

—Si lo has entendido entonces voy directo al grano. ROMANCE

— ¿Eh?

—Tu siguiente historia debe ser un romance. Hasta una autora mediocre como tú puede escribir algo tan simple.

¡Soy tan idiota! Pero ya lo he dicho así, solo me queda empujar hasta los límites evitando a toda costa un tercer rechazo.

—Prometo que si me dan la oportunidad puedo escribir una novela sin necesidad de ese género ---

¡No, no voy a dejar que me rechaces!

¡BAM!

Ya es todo, con esto lo he arruinado con ese golpe al escritorio...

—De acuerdo, lo haré.

¡Por poco!

Ahora que ha aceptado viene la parte más difícil, mi especialidad son los licántropos y las historias de ese tipo. Es lo que vende, es lo que interesa al público y es algo que por mi entero interés evitará que quiera desistir ante cualquier fallo en acercarme a ella.

—Y como las historias de Licántropos son tendencia, quiero que escribas un Omega verse.

— ¡ESO SI QUE NO!

¡BAM!

Golpea el escritorio y me sorprende su reacción brava.

—Si ya terminó de hablar me retiro.

¡No! ¡Si te vas es el fin del plan!

— ¡Tienes un contrato con mi empresa! ¡Si sales por esa puerta dalo por terminado!

—Entonces termina mi contrato— Su mirada fría es algo nuevo para mí y, por alguna razón, me hace estremecer deseando besarla en este instante— ustedes faltaron a su palabra primero.

En cuanto se levanta y se dirige a la puerta echo por la borda mi propia regla de los tres strikes y decido jugarme con un último intento.

Evito que abra la puerta y la acorralo contra la puerta. No sé si eso es ético y tal vez estoy medio rompiendo una de mis reglas sobre el respeto, estoy desesperado por evitar que se vaya, no quiero fallar, quiero que esté aquí conmigo.

—Aun te quedan seis meses de contrato. Si lo terminas antes de entregar la novela, tendrás que pagarnos la penalización.

Sé que el dinero es lo que más la golpea en estos momentos, es imposible que lo rechace.

—No quiero escribir sobre Licántropos, es todo.

Respiro hondo, aunque su olor a frutos rojos me invade sé que no confía en mí y no puedo dar ningún paso sin su consentimiento.

—De acuerdo, no insistiré más en eso. Pero por favor piénsalo, Cadence Beckham.

Decir su nombre me quema en la garganta y siento unas ganas brutales de decirle todo. No puedo, no debo, si ella decide no volver no hay más que pueda hacer.

En cuanto alejo mi brazo ella gira el pomo y sale de mi oficina.

—Puedes continuar escribiendo tu basura por orgullo, Pero la basura no te dará de comer ni pagará la hipoteca.

Nuevamente he dicho las cosas demasiado crudas y hasta revelé que sé que tiene problemas financieros. Soy un tonto.

Ella no mira hacia atrás ni siquiera por un momento.

Cierro la puerta y regreso a mi escritorio pateando mi silla giratoria.

— ¡MALDICIÓN!

Maika Maese

El reflector nuevamente ilumina a ese hombre, ahora los detalles detrás de escena serán revelados. Intentando acercarse a ella no hace más que cometer un error tras otro, él quien es conocido como el hombre de las tres oportunidades debe esforzarse más de la cuenta...

| Me gusta
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP