Capítulo 95- Eren Eardwulf en Escena Parte 9.1 3/3

Ya es de nuevo un Domingo aun así no quiero llegar a mi departamento. La computadora ahí solo va a tentarme. Desde el otro miércoles solo he sido un desastre con errores en la oficina hasta en los detalles más sencillos.

Decido aparcar en el estacionamiento del Gym, por suerte siempre llevo ropa de ejercicio en el maletero.

— ¡Wolf!

Cindy la recepcionista me saluda con gracia y cuando sacude enérgicamente su brazo, se mueven sus pechos copa D.

En otra ocasión eso me agradaría sin embargo no me siento de buen humor hoy.

Voy al vestidor de hombres y me cambio esperando ahogar toda esta sensación que me sofoca en ejercicio.

Cuando me acomodo en la camilla de pesas no puedo evitar mirar a mi lado y ahí está ella como un fantasma sentada frente a mí, con esa pijama de conejitos.

"Así podrías ser menos... Tú"

Fue lo que dije estúpidamente cuando en realidad  me gustaba tanto que me imaginé jalando a esa joven hacia mí, subirla sobre mis piernas, besar el lugar con mensaje tentador y decirle...

— ¡Wolf!

¿Quién se atreve a molestarme?

Martha me saluda con una sonrisa.

—Escribí unos temas sobre la historia esperando tu asesoría y nunca los respondiste.

—Ah disculpa, estaba algo ocupado con… trabajo.

¡Qué idiota! ¡Soy su editor, es mi trabajo supervisar su historia! ¿Que podría ocuparme más como para no revisar los proyectos de las demás?

Martha me mira como si fuera un marciano o tuviera enfrente a un impostor.

—Oh, por dios. ¿Eren Eardwulf ocupado en algo más? ¿Quién eres?

—No sé de qué hablas.

—Conozco esa mirada, después de todo soy especialista en esos temas porque escribo de ello. Te ves diferente... Más... ¿Apagado?

— ¿Quien está apagado? Solo estoy un poco cansado eso es todo.

— ¿Cansado? ¿Nuestro Wolf dice que está cansado? ¿El mismo que no puede parar hasta que te haya hecho llegar a un tercer orgasmo seguido?

No tenía que ser tan explícita.

—Todo ser humano se cansa.

— ¡No el editor estrella que conozco!

—Pues bien, digamos que fui un marciano ¿Quieres que te pruebe en qué no he cambiado?

***

Cerca de las duchas Martha y yo tenemos una lucha de lenguas empujando nuestros labios. No he cambiado, solo me desenfoqué de mí mismo un breve momento... Uno que me lleva molestando desde Abril, abducido por una joven en pijama de conejitos y sus historias lúgubres.

¡Deja de pensar en ella, idiota!

Ya hice todo lo que pude y terminé perdiendo más de la cuenta. Es momento de regresar a mi vida normal, de todos modos no le debo nada. Sin embargo, en el segundo en que Martha mete su mano en mi pantalón, la pasión se apaga.

—Eren, no se ha levantado.

Imposible. ¿Todavía no me obedece?

Es como esa última vez con Frida solo que peor.

—Te dije que estoy un poco exhausto por el trabajo.

Martha me baja los pantalones y se pone de rodillas, aunque lame mi miembro no siento absolutamente nada.

Trato de concentrarme en el placer, solo siento más aquella sensación de vacío, como en mis días de juventud leyendo novelas sucias como diversión.

Recuerdo la sensación frente a la puerta del departamento desgastado de una joven escritora que no me quiere ni por asomo, su mirada que me suplica que la bese.

Su rostro contento al probar en una ensalada la vinagreta de miel y su mirada llena de paz frente a un té barato con grandes cucharadas de miel industrial.

Nuevamente ella está hechizando mis pensamientos. En cuanto empujo un poco a Martha y me subo los pantalones de ejercicio la mujer me mira asombrada.

—Eren... ¿Estás enamorado?

— ¿Qué? —Quedo pasmado y a medio vestir con esa pregunta.

—Te lo dije, soy autora de historias de amor y pasión, por supuesto que sé lo suficiente de ese tema como para darme cuenta...

Martha se levanta y se acomoda la ropa guardando sus pechos debajo de su ajustado top color rojo.

—Frida me contó que desde Abril tampoco ha podido contactarse contigo salvo esa vez que te vimos en el gimnasio. Cuando la joven vestida en pijama se puso celosa y corriste detrás de ella supimos que había algo ahí pero no nos molestó.

Espera, ¿cuantos meses han pasado?

Ya es Septiembre… al menos cinco meses.

Eso es demasiado tiempo dedicado a una mujer incluso para mí.

Desde Abril no he vuelto a ser yo mismo. Recuerdo lo de Frida y la hostess que no lograba ponerme duro ni por más que me dijera Sugar Daddy.

—Dime Alfa.

— ¿Eso te pone?

Me encojo de hombros y la mujer me mira seductoramente

—Alfa.

Observo hacia mi entrepierna con la pequeña esperanza de que…

Lo sabía, no siento nada.

— ¿O quieres que lo diga con más inocencia? ¿Alfa?

Su voz se vuelve más dulce sin embargo solo me hace recordar algo que quiero olvidar.

"Alfa..."

No nos besamos, no hubo penetración, mis manos solo tocaron por arriba de su ropa y un poco la piel debajo.

Fue la sensación más malditamente hermosa que he tenido.

Y su voz...

Su voz me vuelve loco.

Extraño escucharla decirme “señor Eardwulf” aunque después sienta una puñalada al sentirme más viejo, ni siquiera le he llamado por teléfono desde entonces.

—Te lo dije. Eren Eardwulf, has cambiado.

—No he cambiado solo estoy...

— ¿Enamorado?

—No.

Martha sonríe levemente.

—Aunque no lo parece es bonita.

— ¿Quién?

—La escritora en pijama de conejitos.

—No tiene nada que ver ella--

— ¿Puedo probarla? —Pregunta con picardía.

— ¿Qué?

—Nunca he probado una chica con apariencia inocente como ella. Me gusta, si me la das puedo hacerla una mujer muy sexy... —su mirada seductora va en serio.

—Martha, ya basta...

—Se ve que no le interesan los hombres, solo entre mujeres nos entendemos y conocemos los lugares más placenteros.

—Martha, ya...

—Entre Frida, mis chicas y yo podemos enseñarle el placer de un orgasmo…

— ¡NO TE ATREVAS A TOCARLA, ES MÍA!

De solo imaginarlo no me importa si es con una mujer o un hombre ¡Alguien más tocándola es inconcebible!

El silencio se hace completamente con la fuerza de esas palabras.

— ¡Pfft! ¿Lo ves?

La mujer me hace una sonrisa maliciosa y me ve directo a los ojos, por un instante sus ojos parecen ser de un verde vibrante como si fuera una bruja en esas historias de lobos.

—Al gran Editor Eren Eardwulf jamás le ha importado que una mujer que ha estado con él esté con otra persona, no se compromete a nadie ni pide que le sean exclusivos.

No, se equivoca…

—Pero con la pequeña conejita, ese Alfa siente celos y su lado posesivo sale a flote...Hmmm —Acaricia mi mejilla y sus uñas de un tono carmesí parecen afiladas— ¿Será amor? Quien sabe, Pero lujuria no es, de lo contrario, no estaría tratando de ahogar su deseo en otras en lugar de lograr entrar en ella de buena vez.

¿De dónde saca eso?

—Escribo de parejas destinadas, Wolf. Pero, si te soy sincera, no creo en esas cosas. Son historias que venden y que me dan la fama y entretenimiento que quiero. No tengo ningún exclusivo en mi vida ni me interesa, Frida quizá es igual. Escribo historias eróticas porque quiero compartir mi amor sexual con el mundo. Creí que eras igual que yo, alguien que busca diversión, pero no es así.

Martha señala en mi pecho y continúa torturándome.

—Debajo de ese mujeriego vigoroso solo estaba un deseo, encontrar algo que está más allá de tu entendimiento porque no es algo a lo que estés acostumbrado. El sexo nunca te ha llenado, nunca has experimentado un orgasmo, placer sí, eso no se niega, lujuria quizá también. Pero la sensación de estar lleno y pleno es algo que nunca has podido conseguir ni acostándote con más mujeres de las que puedes recordar.

¿Quién demonios es esa Martha?

—No soy una bruja como en esas historias de lobos, tampoco soy adivina. Soy mujer, Wolf. Y como autor que sabe leer entre líneas puedo ver muchas cosas.

El día en que te des cuenta de lo que quiero decir será demasiado tarde y te vas a arrepentir.

¿De qué más me voy a arrepentir? Yo ya me arrepiento de tantas cosas…

—Un Alfa no es nada sin su Luna, sin su pareja se siente incompleto y buscará por todas partes hasta encontrar a la otra mitad de su alma. Así es en esas historias.

—La pareja destinada existe— digo convencido.

—Claro, debe existir. La verdad a mí no me va ni me viene si la encuentro.  Solo vivo como quiero. Sin embargo, sé que parte de tu “no compromiso” es porque esperas que esa pareja destinada llegue a tu puerta para reconocerla.  

Maldita sea, debe ser adivina esta mujer.

—El amor no funciona con fórmulas y métodos, no se puede seguir por un libro o con los consejos que le funcionaron a otros. A veces lo que de verdad es importante no sabes que ha estado frente a ti todo el tiempo hasta que acabas por perderlo al crearte ilusiones de una imagen perfecta que no se parece en nada a lo real.

¡Por supuesto que existe esa pareja perfecta!

— ¿Sabes que es lo irónico de todo eso? Que una pareja no es perfecta, a veces ni siquiera sabes por qué te atrae para empezar, peleas te sientes perdida y piensas "¿Por qué sigo aquí?" A veces quieres golpearle y otras besarle,  te enerva hasta calentarte las venas y otras te hace sentir en el cielo para después en corto enviarte al infierno.

Martha me acaricia la mejilla como si fuera un cariño fraternal y estuviera una madre aconsejando a un hijo.

—Martha...

—Significa que no eres un mujeriego que disfruta del sexo únicamente. Deja de tontear y abre los ojos de buena vez porque muy pronto perderás a quien estuvo frente a ti todo el tiempo.

¿Que siempre ha estado frente a mí? ¿Quién?

Cuando Martha me deja en el cambiador cerca de las duchas a medio desvestir solo puedo pensar en que yo tampoco soy quien creí ser.

Después de vestirme y salir más confundido con una opresión en el pecho aún más sofocante regreso al estacionamiento.

En cuanto subo a mi Tyley y me preparo para acomodar la llave. El sonido de mi teléfono me recuerda que lo había dejado en el tablero del lado del copiloto todo ese tiempo.

He estado tan perdido está mañana que ni siquiera me fijé en que dejé descuidadamente el teléfono ahí. Menos mal que es un Gym de lujo con extrema seguridad y cámaras. De haber sido otro lugar ya me habían estrellado el vidrio con la tentación de mi móvil último modelo a la vista de todos.

[Mensaje en la app EarthmyWorld]

[¿Cómo has estado? Disculpa como respondí desde aquella vez, como dije me dejé llevar por las emociones de mis personajes. Reescribí el cuarto capítulo ayer y mientras anotaba algunas cosas también pude reflexionar en otras más. No creo que Ery sea un manipulador egoísta que quiere convencer a Candace de su forma retorcida de ver las cosas, es un retorcido no lo niego, sin embargo entiendo que como Alfa ese sentimiento que tiene es también confuso. A su parecer su punto de vista es el correcto y eso no lo hace un mentiroso.  Ahora todo es más complicado para mí está vez. No entiendo los sentimientos de ambos y me cuesta creer que el alfa sienta eso que llama amor, tampoco entiendo el deseo y la pasión de tener a alguien.

No sé la diferencia entre amor, deseo, lujuria, pasión ni lo que llaman tener sexo y la conexión que provoca eso. Cuando algo es demasiado confuso y problemático prefiero ignorarlo buscando algo menos complicado por eso me gustan las historias de terror, es más fácil comprender el sentimiento de incertidumbre, dolor y miedo. Hace mucho tiempo que no me sentía tan viva como cuando hablamos por mensajes. Espero que esa conversación no te haya hecho creer que soy demasiado problemática]

Cadence...

"Tú siempre estás buscando..." Fue lo que dijo esa mujer con aires de adivina.

Cadence no busca nada porque no se espera encontrar nada, si no se crea ilusiones entonces no puede sentir que está incompleta. Así ha sido toda su vida, en lugar de dejar que la sensación de vacío le provoque la necesidad de encontrarlo ignora que tiene ese vacío.

No puede amar a nadie porque teme amar y perder lo poco que cree quedarle.

A este paso solo quedará estancada en su zona de autor autocomplaciente escribiendo lo que solo quiere creer que existe para no ilusionarse al desear algo que jamás podrá obtener, ya ha perdido demasiado antes. No tiene idea de lo mucho que puede lograr con sus habilidades ni que puede llegar al corazón de las personas con obras tan humanas.

Solo le falta una pizca de amor, la confianza de que existe algo más allá del pesimismo que la rodea.

No puedo ser tu amor, pero puedo ser tu guía. Quiero que puedas amar y encontrarte a ti misma. No temas, no te dejaré caer aunque no sepas que estoy justo aquí contigo.

[Gracias por tus palabras, eres la única amiga que tengo justo ahora. Sarah no me responde ni me llama desde hace meses, supongo que está ocupada con su esposo así que no tengo alguien con quien hablar salvo contigo. Saber que no te has molestado es un alivio]

No hay problema, pequeña. Puedes contar conmigo, estaré a tu lado hasta que puedas abrir tus alas y me alejaré cuando quieras que lo haga.

[Gracias, de verdad gracias por tus palabras]

Aunque estoy seguro de que quiero tanto como editor como ser humano que el mundo entero conozca tus habilidades y sacar todo tu potencial. Siento como si estuviera queriendo gritar algo. No estoy seguro, solo puedo saberlo porque después de decidir dejarte me he sentido más vacío que antes.

***

Con el pasar de los días nuestras conversaciones son como buenos amigos, Cadence suele escribirme y contarme que ya ha escrito dos o tres capítulos en una sola exhibición. Se emociona de poder avanzar, me menciona algunos detalles y esa historia de lobos que quería lograr al principio se ha vuelto algo extraño y completamente alejado de lo que quería que fuera (una historia erótica de lobos donde nos viera a los dos teniendo relaciones hasta desear que fuera real y hacerlo conmigo) ahora es un camino para que Cadence se auto descubra y pueda salir de la cueva donde se ha refugiado por años.

Pensé honestamente que no necesitaba más. Ni siquiera deseo la compañía de una mujer por las noches porque hablar con ella es divertido y reconfortante a la vez.

Claro, eso fue hasta que cierto mensaje me desconcertó en todos los sentidos posibles haciendo que toda mi razón y determinación se fueran por el caño.

[Buenas noches, dijiste que puedo contar contigo para lo que necesite y que puedo hablarte como si fueras mi propio diario solo que con la posibilidad de aconsejarme. Ahora he llegado a la parte más difícil... No sé cómo escribir las escenas de sexo]

CRASH

El vaso de jugo se cae de mi mesa de un codazo accidental.

[Traté de resolverlo viendo porno pero por más videos que vi ninguno me hizo sentir algo, solo pensé en que era asqueroso meterse el miembro a la boca]

¡PANG!

Mi asiento de ruedas se va hacia atrás y mi trasero se resbala cayendo hasta el suelo. Menos mal que estoy en mi habitación o ya estarían todos en la oficina enterados por el ruido de que estoy tirado en el suelo.

¡Demonios! ¡Me olvidé que esa historia tenía contenido para adultos!

¿Qué le digo? ¿Qué puedo decirle que no suene como si fuera un depravado?

[Si los videos no son suficiente referencia… ¿Quieres intentar practicarlo con alguien real?]

Y con eso, el cazador también se convirtió en el lobo feroz que se quiere comer a Caperucita Roja. La caja de pandora ya fue abierta.

Maika Maese

Como pueden ver aquí se corta su novena perspectiva. Parte 9.2 saldrá después de unos capítulos enfocados en Ery y Cady. Ya sabrán después la razón de este extraño acomodo. En los primeros capítulos Cady menciona que esto pasó en Octubre, esto se explicará después, lo que realmente sucedió es lo que se menciona en las retrospectivas de Eren Eardwulf "En escena" ¿Qué sucedió para que se olvidara de todo eso? La respuesta se sabrá más adelante...

| Gosto
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App