~ Una misión imposible~ Acto 2
"Mi Shätzchen"
Fue la forma en que le dijo mi rival al despedirse en esa pesadilla extraña.
También le escuché llamarle así en otro de mis sueños en los que supe que ella murió.
No creí que volvería a escuchar esa palabra en el momento más inesperado.
~Hace dos semanas ~
Veo la "ventana de misiones " Cady me explicó un poco sobre su uso cuando me enseñó su sistema de transmigración (como ella misma le llama) aunque no entiendo todos esos terminos extraños me es útil estar en condiciones iguales que ella para comprenderla mejor.
<<Transmigración: cambio del alma de un cuerpo a otro>>
Veo sorprendido hacia los cuadros semi transparentes en el aire.
<<Ya que el Alfa tenía curiosidad he resumido el significado para su entendimiento>>
—Dime, Dios extraño ¿Qué es lo que exactamente sucedió?
<<Solo el huésped puede o no brindar esa información según sus propias condiciones>>
—Entonces no me dirás nada.
<<Pero sí puedo aclararle al Alfa que Cadence es un alma de otro lugar en otro cuerpo>>
Esa información no es nueva.
<<Alerta de Misión: El Alfa solo tiene 48 horas para cumplir la misión o será penalizado>>
Penaliza lo que quieras, jamás voy a hacer semejante estupidez de acercarme y tener una charla "honesta" con alguna de esas hienas que se hacen llamar mi familia.
<<La penalización por incumplir la misión es olvidar un recuerdo valioso con su pareja, el sistema ha elegido el primer beso>>
¿Qué?
<<Su pareja también lo olvidará>>
¡Maldición!
'Tampoco es que sea un recuerdo muy bonito que digamos, Ery. Fue cuando la besaste por la fuerza y ella te abofeteó'
¡Es justo por eso que no quiero olvidar!
Cada recuerdo es precioso para mí, en especial cuando ella es una fiera violenta.
'Masoquista...'
—Ery, ya descubrí quien... — Beta Milo para y se queda viendo a la ventana extraña en el aire— ¿Aún sigue ese Dios extraño aquí?
Entonces ve en el aire lo que dice.
"¿Ten-una-conver...?"
— ¿Puedes leerlo, Milo?
—Al parecer sí--
—No le digas a nadie de esto o morirás conmigo ¿entendido?—Lo tomo por el cuello y lo sacudo.
—Incluso si mi vida no estuviera atada, sabes que te soy leal hasta los huesos, Ery. Como amigo y como tu Beta.
Suspiro y suelto su cuello.
Beta Milo vuelve a leer y me ve con preocupación.
—Ery, esa misión es...
—Lo sé.
Milo sabe la clase de familia disfuncional y podrida que tengo. Quizá el único con quien podría hablar sin querer enterrarle las garras por el cuello es a mi Abuelo. Pero él ya no está...
—Si te sirve de consuelo, creo que puedes tener esa charla "honesta" pues acabo de descubrir quién es el culpable del acónito.
Veo a Milo y aunque no debería sorprenderme lo hago ¿alguien de mi asquerosa familia hizo eso?
***En las mazmorras me observa quien menos me hubiera esperado.
Entre mi madrastra y mi hermano lo creería todo, no de él...
—Alfa Sieg.
—Alfa Ery.
El hombre que me dio la vida me observa sin ningun cambio en su actitud, incluso estando frente a su hijo mantiene su rostro inexpresivo imposible de leer.
Ambos nos vemos a la cara mientras me contengo de golpearlo por lo que le hizo a mi pareja.
—Habla antes de que te mande a alguien que te saque toda la información, traidor.
—Necesitas investigar mejor porque yo no lo hice, Ery.—Dice con indiferencia.
—Por eso estuviste en el momento justo ¿no es así?
—Incluso si me calumnian todos ustedes o deciden desterrar a su anterior Alfa, repito que yo no lo hice.
—Sí, claro.—Suficiente, espero que esta charla sea suficiente para ese Dios chismoso.
— ¡Terrence!
Detengo mis pasos al escuchar tan desagradable nombre.
—Alfa Ery para ti, nunca lo olvides, escoria.
—Aunque lo niegues es el nombre que te dio tu madre y que respetó tu abuelo.
—Gracias por admitir que no tienes nada que ver conmigo—Cierro con fuerza la puerta de su zelda y me doy la vuelta sin mirar atrás.
— ¡Alfa! ¡Hicimos un trato!
¡BAM!
La puerta principal de las mazmorras se cierra detrás de mí.
Debí saberlo, nada bueno puede salir de ese desgraciado.
En momentos como este quisiera poder hablar con esa mujer que me dio la vida para entender que diantres le vio al Alfa que se hace llamar mi padre cuando le conviene.
*** Mientras escribo en los documentos la sentencia final para Sieg, me relamo en los labios la satisfacción de tener bajo mi poder el castigo para ese maldito. Para comenzar le revocaré el título de Alfa. Si, es algo que tiene merecido y despues...—¡Hermano mayor, Ery!
Bajo mi pluma fuente fastidiado.
Es mi hermanastro Etzel... Que desagradable visita.
—¿Entras sin tocar la puerta? Vaya modales los que te enseñó esa vieja bruja.
—Es nuestra madre de quien estás hablando. No permito que te refieres a ella como---
—Para empezar esa "amante" no es nada mío. Y en segunda, no te permito que me hables con familiaridad siendo que eres muy inferior a mi.
Etzel se queda callado. Cierra el puño, aunque se hace pasar por un lobo bueno en realidad es un ambicioso igual que su repugnante madre.
—Alfa Ery, necesito hablar con usted—Dice reprimiendo sus supuestas lagrimas. Un Alfa que llora, más patético no puede ser.
—Pide un turno con mi secretaria o pide a mi Beta que te agende algun día de estos.
—¡Hermano, por favor! ¡¿Acaso no sientes compasión por quienes te han dado la vida? ¡Nuestro padre está en las mazmorras!
—Si, yo fui quien lo mando ahí. Es un traidor así que no quiero discutir nada más contigo, vete.
—¡Alfa Sieg es inocente! ¡Nuestro padre jamás haría---!
—Nuevamente te lo repito, ustedes me son insignificantes, ese en las mazmorras no lo considero siquiera mi padre así que no me importa lo que suceda con ese traidor.
—¡Eres de lo peor! ¡Un día te rebotarán tus actos viles y espero estar ahí para verlo!
Sin decir nada más sale por la puerta dejando abierto, me desagrada que haga eso.
Detesto a ese taimado.
Ahora ¿En qué estaba? Ah si, en la senencia...
— ¡Terrence Gian Avery!
Golpeo la pluma fuente contra el escritorio con fuerza al sentirme interrumpido.
¡Es la segunda vez que me llaman por ese maldito nombre!
Volteo al frente y encuentro a mi Cady, gruño con molestia y vuelvo a poner atención en mi documento, incluso si es tan encantadora como siempre, no tengo ganas de hablar con ella ni con nadie.
—Ahora no, Cady. Hablaremos después--
— ¡No, hablemos ahora! —Dice Cady jalándome del hombro obligando a que me levante de mi silla— ¡¿Cómo pudiste meter en las mazmorras a tu padre, Ery?!
— ¡No me des sermones, Cady! ¡Lo hice porque es un traidor!
— ¡No puedes nombrarle traidor sin pruebas ni un juicio justo!
— ¿Ahora lo defiendes? ¡Ni siquiera lo conoces, Cady! ¡Y no me digas que es porque tu intuición lo dice porque eso no sirve como prueba física ni válida! —Incluso si me gusta mucho esta mujer, no soporto hablar de ese desgraciado, lo mejor es irme lejos o hacer que se vaya antes de que reaccione de una forma que me arrepienta después.
— ¡Claro que lo conozco! ¡Conozco perfectamente a Sieg! ¡Jamás podría equivocarme con él porque yo lo escribí, Ery!
Nuevamente detengo mis pasos volteando a verla sin soltar el pomo de la puerta. Es la tercera vez que alguien me sorprende hoy con algo desagradable.
—¿Sigues con eso de que eres el autor? Escucha, entiendo que estás aquí y que no eres de este mundo. Incluso que hayas transmigrado aunque aun no lo entienda del todo, pero esas patrañas de que seas mi autor aún no me has contado lo suficiente como para creerlo.
— ¡Bien, te daré todo lo que necesitas para creerlo! —Dice tomándome de la muñeca y jalándome afuera como si fuera un cachorro regañado.
— ¡¿A dónde me llevas?!
— ¡Con el único testigo que puede hablar por Sieg! —Dice jalándome como si fuera nada ignorando mi tamaño y fuerza ¿En qué momento se hizo más fuerte? ¡Ahora me trae como si me llevara de una correa!
Pasamos frente a Hershey y Cady le dice que está ocupada.
Salimos por la puerta y me lleva hasta el jardín de la familia hasta que veo el laberinto.
—Cady, este camino lleva hacia mi madre. Ahí no hay nadie ni siquiera jardineros.
— ¿Crees en mí?—Se detiene y me ve con seriedad.
Sí, creo de ti lo que sea, pero no creo que en ese lugar pueda responderme alguien.
—Entonces sígueme y no preguntes nada hasta que estés ahí.—Ella interpreta mi silencio como una afirmativa y me guía de nuevo hasta entrar al laberinto.
Estuve muchas veces aquí, sin embargo la ansiedad con respecto a las respuestas que me ha prometido Cady así como la curiosidad de qué es lo que puede enseñarme que no haya visto antes hace que le siga ciegamente.
Cuando veo la tumba de esa mujer, mi madre, no puedo evitar sentir decepción.
—Cady, es la tumba de mi madre. Además de que los muertos no hablan no hay nada aquí que...
—Lee el epitafio.—Dice firme como una orden.
—No voy a leer eso.
—Solo léelo, Ery. —Dice de brazos cruzados y golpeando el suelo con el pie impaciente.
—"Gudrun Shätzchen..."
—Ahí está.
¿En dónde? ¡¿Cuál respuesta?! ¡Ahí no hay nada!
—En su nombre, Ery.
— ¿Qué tiene que ver su nombre en esto?
—Todo, Ery— Respira hondo y me suelta una información impresionante—Gudrun Shätzchen no es el verdadero nombre de tu madre.
Incluso Shawn en mi interior ha quedado sorprendido con esa revelación.
—Gudrun Shätzchen era un renegado o lobo sin manada que encontró tu padre.
—Cady, no estés jugando. Nuestra manada jamás permitiría que un renegado...
—Ery, “Shätzchen” no es tampoco un apellido real. Es una forma de decirle a alguien de cariño.
“Mi Shätzchen” Así la llamó "Él" más de una vez. Estaba tan absorto en mi rival que ni siquiera noté que es el mismo apellido de mi madre.
—Tu padre al igual que el padre de mi ex jefe tienen sus secretos. Puedes preguntarle, él te querrá negar eso pero eventualmente lo dirá, Gudrun Shätzchen es el nombre que le entregó tu padre a un lobo sin manada del que se enamoró.
— ¿Cómo sabes eso? —La tomo del brazo y la sacudo con fuerza— ¡Dime ¿cómo puedes asegurar algo tan delicado como eso?!
Ella no me aparta ni se molesta por sacudirla. Me mira con un dejo de tristeza, nostalgia y algo como si quisiera darme su comprensión.
—Eso es porque le debo todo a esa persona.
Nuevamente sus ojos se tornan ámbar y mi agarre libera su brazo.
—Se lo debo todo, Ery… Incluso mi vida.
—Entonces explica todo, deja de callar y darme a cuenta gotas lo que sucede... —Digo con una voz quebrada.
Imposible, no puede… ¡¿He llamado a mi madre por un nombre falso toda mi vida?!
—De acuerdo, te lo diré. Como sabrás yo también perdí a alguien muy importante… Perderla fue algo tan difícil que... — Traga saliva y evade mi mirada —Estuve a punto de abandonarlo todo.
— ¡Por favor, Cady! ¡Sin pausas, dime todo y no te lo calles! Quiero saber… ¡Merezco saberlo!
Ella suspira y me sonríe levemente.
—Entonces escucha hasta el final la historia del peor día de mi vida.
Con la mano en el pecho y un rostro que refleja inmensa tristeza, ella me lleva en su relato hacia una parte dolorosa de su pasado.
El día en que la niebla nubló el corazón de Cadence Beckham y permaneció así por muchos años hasta que logró superarlo en su sueño de más de cuatro días.
Los secretos se quedan en familia, sin embargo Cady sabe algo que ni siquiera el mismo Eren Eardwulf conoce... Una información que podría cambiarlo todo. ¡Siguiente publicación hasta la próxima semana 04-06-2025!