Pov’s Wanda
Llego a la empresa un poco tarde por todo lo que sucedió el domingo. Todo fue un poco bastante estresante. Una contradicción, dirán. Atenea está más o menos y yo tengo un deseo de acabar con todo esto para poder volver a mi estado. Entro al elevador y cuando llega a mi piso, se abre la puerta.
— ¿Se te pegaron las sábanas, Wanda?
—Un poco, ayer fue un día muy pesado para mí.
— ¿Por qué? ¿No tuviste compañía?
—Más que suficiente. ¿Ya llegó el señor McDermott?
—Sí y preguntó por ti.
—Ahora voy a verlo.
Voy a su oficina y toco en la puerta tranquila y nerviosa a la vez.
—Adelante —la abro y paso.