Capítulo 67

Ella lograba comer unos cuantos bocados, para esto comía de manera mecánica, toda la alegría parecía haber sido succionada con la muerte de su padre.

_ Escucha, comprendo que el dolor que pasas no es fácil pero aún tienes a tus bebés, ellos dependen de ti, no puedes encerrarte así como por así, ni la señora Ryona, ni el señor Jalifa hubieran estado satisfechos con verte de esa forma, dentro de ti crece un motivo muy grande por el que debes vivir, no quiero mirarte en ese estado, tengo miedo de perder a mi hermana querida.

Zaya miró mis lágrimas deslizándose por mi rostro, ella parpadeo y lloró de igual manera, sus brazos se aferraron a mi cuello y siguió llorando hasta que sus ojos se cerraron, esta vez había algo diferente en ella, su rostro se miraba sereno.

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