Capítulo 77—La verdadera noche de bodas
Narrador:
El aire en la habitación era espeso, cargado de deseo y tensión cuando Franco la atrapó entre su cuerpo y la pared. Su pecho desnudo presionaba contra su espalda, su aliento caliente quemándole la piel del cuello.
Lorena sintió cómo su corazón martillaba en su pecho, cómo cada célula de su cuerpo se encendía con su proximidad. Sus manos se apoyaban en la pared, sus dedos temblaban sobre la superficie fría.
—¿Recuerdas aquella noche, Lorena? —murmuró Franco contra su oído, su voz grave y cargada de peligro—. Cuando te tuve así, contra la pared, pero te solté porque suplicaste.
Ella tragó saliva con dificultad, sus piernas tensándose cuando sus manos grandes se deslizaron por su cintura, recorriéndola con una lentitud exasperante.
—Sí… —susurró apenas, sintiendo cómo su cuerpo ya comenzaba a responder.
Franco sonrió contra su piel y bajó una mano hasta su muslo, acariciándolo con descaro.
—Dijiste que no querías. Dijiste que nunca… —Su m