Capítulo 25. Entregados al placer
«Sí»
Aquella simple y poderosa frase desató el deseo y la pasión en el cuerpo de Benjamín. El hombre necesitaba tener todo de Nick, necesitaba olvidar el día de mierda que había tenido, olvidar el pasado y concentrarse en el presente, en este momento que tenía con su chico.
Benjamín se cerró a todo pensamiento, deslizó los labios por el cuello de Nick mientras sus manos iban abriéndose paso por su ropa.
Nick tembló de pies a cabeza al sentir la mano de Benjamín acariciar su dura polla. Fue rápido, su erección fue casi instantánea.
—B-Benjamín —tartamudeó Nick.
—¿Nervioso? —preguntó deslizando su lengua una y otra vez por el largo del cuello del muchacho, erizando la piel de Nick, dejando rastros de saliva a su paso.
—Un poco —aceptó el joven con voz temblorosa. Aun así, confiaba en Benjamín.
—Estoy a cargo, cariño, jamás te haría daño —le aseguró antes de alejarse y apartar sus manos del cuerpo de Nick.
—Desnúdate para mí —ordenó cambiando su tono dulce por un tono de voz demandante.