Capítulo XXXVII

Las noticias de los magos del Este. Parte II

Melinda Milet.

Pude observar que a pesar de estar muy agotado Neptuno se sentó en la mesa a esperar que su madre terminara su estofado, era un hombre increíble, sin importar las circunstancias podía pasar un rato más del día haciendo lo necesario para compartir con su familia, su arraigo familiar era muy importante. Era un hombre de valores sin igual, lo observé conmovida.

Su madre llegó y le sirvió un gran plato con el estofado, pude ver como sus ojos brillaron mientras se devoraba el plato entero, después de haber pasado unos minutos de hablar de varios temas en la mesa, todos ellos triviales, compartí por primera vez con todas las hermanas de Neptuno, me imagino que debido a los acontecimientos todas ellas estaban en casa, estuvimos conversando tan amenamente, que nunca pensé que pudiera conversas así con tantos lobos en mi vida, sin embargo, la sensación de compañía fue tan increíble.

Después de varios minutos de habe