Capítulo 8.4: Derecho a ser juzgados.
Tras las palabras de Claire, el consejo entero pasó a charlar de temas menos tensos, tal como la ubicación de sus futuros hogares, pues tras la revocación de la ley que sugería que los antiguos reyes deberían permanecer ocultos, todos habían decidido mantenerse cerca y en contacto, sobre todo, por la amenaza inminente.
Atenea y Philip anunciaron que se quedarían en Arcadia. Ambos juraron mantenerse lejos de los asuntos de Máximus y su familia, y solo intervenir si se les pedía.
Claire, por su parte, optó por permanecer en el mundo humano, sin embargo, anunció que se quedaría en el país, más precisamente, en la capital, es decir, a tan solo unas pocas horas.
Arsen y Bastián comunicaron sus respectivos planes, aquellos que ya habían compartido con su familia.
Lancelot, optó por volver a su hogar en el sur de Mushia, sin embargo, prometió presentarse ante el consejo de lobos del país para que contactarlo fuera más fácil.
Iktan, al igual que Claire, optó por quedarse en Gretza, sin embar