Capítulo 17.6: Una nueva rutina.
Tras aquella última reunión, todos se sumergieron en sus respectivos deberes, por lo que la última semana en Arcadia comenzó a correr sin contratiempos envuelta en una inusual calma.
No tanto porque el peligro hubiese desaparecido, sino porque, tal vez, por primera vez en años, la familia real estaba toda reunida. Además, los hermosos cielos azules que caracterizaban a Arcadia, volvían a cubrir cada rincón de la isla.
Para los isleños, el ir y venir de la familia real, era la confirmación de que la pesadilla por fin había terminado, y que, finalmente, una nueva y próspera etapa estaba por comenzar.
Para los que vivían cerca del pent-house, ya no era de extrañar ver a la princesa Anna y a su compañero salir temprano por la mañana para volver unas cuantas horas después.
Alrededor de las nueve de la mañana, Anna volvía a su casa vacacional, donde Sandrine, su fiel dama de compañía, ya le tenía listo el baño y la ropa que usaría aquel día, mientras que Melba, quien llegaba al edificio en