Apuesto POR MI
Apuesto POR MI
Por: SilvinaTracy
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Laura Torres creció en un ambiente que estaba muy lejos de ser el ideal para una niña. Sus padres jamás actuaron adecuadamente y gracias a eso aprendió una importante lección... "Si no aprendes a cuidarte, no habrá nadie que te proteja"

Roberto Torres, el padre de Laura, había desarrollado una fuerte adicción por el juego. Había logrado superar su vida de excesos, pero la adrenalina que le daba apostar hacía imposible que pudiera detenerse.

Mientras Laura crecía, lo hacía viendo las múltiples peleas entre sus padres y pasando más tiempo fuera de casa solo en busca de paz. Jamás en aquel apartamento todo se veía igual de una semana a otra, porque su padre apostaba hasta los muebles solo para seguir adelante con su adicción.

-¿Dónde está la mesa y las sillas papá?- Había llegado la hora de la cena y ella no pudo evitar notar la ausencia de esos muebles

-Hay países donde comen sentados en el suelo. Come tu pizza y no molestes- Su padre le había respondido elevando la voz

-Si papá- Sus ojos se cristalizaron y tomó aquellas porciones frías de pizza y se fue a su cuarto, el único que aún permanecía intacto

Aunque Roberto apostaba hasta sus propios zapatos, respetaba las pertenencias de su única hija. Él no consideraba tener una adicción porque las personas que conocía habían acabado apostando hasta a sus propios hijos. Las esposas acababan pagando también por lo que sus maridos ponían en juego.

Roberto no se consideraba tan malo. Su peor época fue cuando había caído en las drogas y sentía que hasta colapsaría si no consumía a diario esas sustancias. Su esposa e hija lo habían visto más delgado que nunca en aquel momento y solo después de una sobredosis y la angustia que su hija sentía, el había comprendido que había tocado fondo.

-Perdóname hija. No volveré a estar así jamás, te lo prometo- Aquel hombre jamás lloraba, pero hasta en sus peores circunstancias sabía que su hija era lo único que en su vida valía la pena

-No te creo papá. Siempre dices que será la última vez pero vuelve a suceder- Jamás se había angustiado ni asustado tanto como en aquel momento

Desde aquel día, Roberto no había vuelto a consumir drogas, pero había desarrollado una nueva adicción, las apuestas. Todo en su vida era un círculo vicioso. Él perdía hasta la mesa, pero en el próximo juego se encargaba de conseguir una para su mujer e hija.

Laura no culpaba a su madre por cansarse de aquella vida inestable. Las peleas jamás terminaban y ella quería poder decorar el apartamento como deseaba. Roberto y ella iban en direcciones opuestas y por eso Laura no comprendía cómo habían logrado permanecer tantos años juntos.

Un día, su madre le dió un beso y sonrió diciendo "Mañana todo cambiará". Al despertar ella ya no estaba, ni tampoco sus pertenencias. En un año mandó pocas cartas dónde contaba cuánto le sonreía la vida después de haber conocido a ese hombre. Nunca envió dinero ni la invitó a visitarla. Fue allí cuando Laura entendió que su madre era muy egoísta y solo veía por si misma. Su padre, con mil defectos, jamás la había abandonado ni tampoco lo haría.

Roberto le enseñó a su hija a jugar. Él pasaba tiempo con ella, aunque sus modos de hacerlo no eran los más apropiados, así como tampoco sus consejos.

-Algún día serás mejor que yo- Le aseguró Roberto y ella sonrió orgullosa

Los años siguieron transcurriendo y los cambios en los muebles siguieron sucediendo. Hubo noches en que su padre volvía golpeado, pero él lo justificaba diciendo que se había enfrentado a un mal perdedor. Aquello no era cierto, Roberto se había involucrado con gente peligrosa. Él estaba cayendo poco a poco en el bajo mundo y de eso su inocente e ingenua hija no tenía idea.

En la adolescencia Laura atravesó muchos problemas debido a la ausencia de su madre y a todo el tiempo que su padre pasaba fuera de casa. Ella no tuvo apoyo de nadie en los momentos más difíciles o de más incertidumbre. Su cuerpo cambiaba constantemente y no tenía a su madre para acompañarla a realizar las compras que cualquier chica de su edad necesitaba. No echaba de menos a su madre, pero si deseaba una figura materna que pudiese ser su guía en los tiempos de grandes cambios para ella misma en la transición de niña a mujer. Así su padre jamás mencionara a su ex mujer, ella sabía que la seguía amando porque no había vuelto a relacionarse con ninguna mujer después de su partida.

Así fue que Laura comprendió que debido a las figuras que había tenido y a su ejemplo sobre el amor, ella el día que se enamorara lo haría de un buen hombre con el cual tener una vida estable y una relación bonita lejos de las peleas, discusiones, adicciones y, por supuesto, apuestas.

Lo que Laura no sabía era que la vida daba demasiadas vueltas y que muchas veces ella misma logra enfrentarte con tus mayores miedos cuando menos lo esperas. Así mismo ella también comprendería que las apuestas no siempre son tan malas, al menos cuando se trata de salvarse por lo que un inútil había apostado.

Él amor no siempre aparece en las formas que deseamos y la vida nos tiene lecciones muy valiosas que nos enseñará de maneras extrañas. Laura deberá afrontar diversas situaciones que la pondrán en distintos peligros. ¿Es tan malo aquel que parece rudo o es más peligroso aquel con apariencia de angel y sucios secretos?

Ella estará dividida y será codiciada por más de un hombre, ¿Quién será el que gane su amor?

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