El corazón de Ashley latía tan descontroladamente que pensó que sufriría un infarto. Sus ojos comenzaron a lagrimear en la misma medida en que Oliver se acercaba a ella. Oliver estrechó los ojos peligrosamente, mirando a Valentina y luego volviendo a mirarla.
— ¡Oliver! —Valentina sonrió al verlo, feliz de verlo. Pero Oliver no se atrevió a acercarse a la niña.
Ashley quedó asombrada y con miedo cuando se dio cuenta de que ya había una conexión entre ellos dos y que Valentina parecía gustar de él. Parecía absurdo. ¿Cómo alguien podía gustar de Oliver?
— ¿Cuántos años tiene ella? —Oliver preguntó, extrañamente, con voz calmada.
Ashley apartó la mirada y miró a Valentina, quien actuaba con tranquilidad, sin imaginar lo que estaba a punto de suceder. No podía tener esa conversación frente a la niña.
— Eso no importa —pasó junto a él, manteniendo su expresión neutra, empezó a alejarse, pero Oliver la agarró con fuerza.
— ¿Hasta cuándo seguirás mintiéndome, Ashley? —susurró. Ashley notó qu