Dentro del dolor, grito por ayuda para mi hermana y para Alex, Luca socorre a su cuñado, mientras yo veo a mi hermana partir de este mundo.
Segundos después Luca se acerca a mí, me dice que debo presionar la herida, mientras está al teléfono pidiendo una ambulancia.
-Gabriela, hermanita, por favor… no te duermas.
-Marco… así es como llegué a este mundo, verdad – lucha por no cerrar sus ojos -. Entre tus brazos.
-Sí, pero no será como te vayas – me siento mareado, la herida en la pierna me duele demasiado, pero trato de enfocarme en mantener consciente a mi hermana -.
-Perdóname…