Cristal se estremeció al ver la pared agrietada por el fuerte golpe de Kogan “¡RAYOS! no debí haber venido” pensó ella — Lo siento… no volverá a suceder — se disculpó agachando su cabeza avergonzada, vio la piel expuesta en su vientre y caderas. Su rostro se enrojece, no debió haber cedido antes las súplicas de Elena, porque estaba en un viaje de trabajo y ahora Kogan estaba enojado, porque ella había abusado de su amabilidad. “Elena ¿dónde te metiste? ¿por qué me dejaste sola?” pensó sintiendo como su cuerpo se calentaba por la presencia de cierto individuo. Kogan y Rax no desaprovecharon la oportunidad de acercar su nariz e inhalar la exquisita esencia de su pareja logrando calmar toda su ira. El deseo de reclamar a su pareja se apoderó de ellos y sin poder contenerse se acercó, ella notando un corto espacio entre ellos, comenzó a retroceder hasta chocar con la pared. — Soy el único que puede tener pensamientos pervertidos contigo — dijo él de manera seductora, al verla que no
Hiro en una limusina fuera del club miraba a Elena moviéndose de manera seductora, ella acariciar todo su cuerpo bien esculpido, mordiendo sus labios inferiores resistiendo de tomarlo en ese lugar — Porque hicis...tes eso — hable de manera seductora.—¡Te fuiste sin decirme! — le reclamó — ¡Estoy enojado! y ¿Por qué la trajiste a este lugar? —— Perdón amor — ella besó sus labios — Solo queríamos bailar un rato en el club mmmm... es ... es... el más divertido — le mintió Elena, ella estaba excitada aguantando las ganas de desabrochar los pantalones de su pareja.— ¡Sabes que tendré problemas con Kogan! —— ¡Lo sé! — ella se subió en el regazo de Hiro — Me dijiste que se la pedirías a el Alfa Logan —— Él se la pidió primero — le mintió él.— ¡Pídesela! — le exigió — Sabes que es difícil encontrar humanos que cumplas mis específicas, yo le conseguiré otro juguete —Hiro suspiro deslizando sus manos por su cabeza, si tan solo Elena supiera que Cristal es la pareja de su hermano, no se hu
Kogan Sus besos eran una fuente de placer, quería perderme en mis emociones, pero había algo que me molestaba y era mi lobo, había tomado control y no me permitía hacer lo que deseaba. Las manos de Cristal se deslizaban por nuestra espalda, me estaba provocando de solo sentir sus caricias, la despojamos de sus zapatos su pantalón y nos detuvimos al ver su ropa interior haciéndonos crecer nuestra erección. Mire su piel descubierta era exquisita, no soportaba las ganas de estar dentro de ella y ver todo su cuerpo desnudo, las yemas de sus dedos recorrían todo su cuerpo de manera seductora y se tocaba ella misma. — ¿Qué le ordenaste que hiciera? — pregunte a Rax al verla actuar de esa manera y el solo rio. Tomé el control de mí, busqué la forma de quitar su blusa — Me vuel…ves loca — me susurro lamiendo mi lóbulo y sin pensarlo hice mil pedazos la tela. Bajo mi mirada vi sus senos y fui directo a ellos — Oouu…mm…— gimió y agarró fuerte las sábanas de nuestra cama. Rax peleó por el
La respiración de Kogan era agitada, estaba cansado, pero nada que un licántropo alfa pueda soportar, él y su lobo, seguíamos peleando por el control. Cada uno saciaba su apetito sexual hasta venirse por tercera vez esa noche, era la primera vez en sus 9 siglos y medio de vida que se sentía satisfecho. Anteriormente Kogan era un desgraciado con las lobas que estuvo, las trataba como objetos, llegaba al clímax, pero nunca se sentía conforme y de inmediato las tiraba fuera del lugar donde estuviera. Ahora lo comprendía, su pareja era la única que podía llevarlo al borde de la locura y se enojó consigo mismo por no esperarla. Nunca se encariñaba con ninguna, solo era una aventura de una noche, se había mentalizado que no necesitaba pareja después de tanto buscar y nunca hallarla. Se obligó a pensar de esta manera, al ver a sus hermanos menores encontrar uno por uno a su compañera y él seguía sin encontrar a su luna. En el futuro Kogan y Rax tomaron el lugar de su padre como Rey de l
Cristal abría lentamente sus ojos después de estar en la oscuridad, la luz del sol molestaba su vista y se cubría con sus manos. Este ligero movimiento la hizo percatarse que su cuerpo estaba cansado y ¿adolorido? —¿Por qué… tengo… tanto dolor? — balbuceó, sentía fuertes golpes y arañazos — Tal vez sea el cansancio — decidió dormir un poco más. Al cerrar sus ojos las imágenes invadieron su mente, veía a Kogan, él la acariciaba, la besaba y ella le correspondía, de un momento a otro ambos estaban sin ropa — Mmmmmm… — gimió al recordar su lengua devorando sus pezones y su miembro deslizarse entre su vagina. — ¡Solo esto me faltaba! ¡tener un sueño erótico con este sujeto! — espetó, frotando sus ojos tratando de volver a la realidad según ella. Deseaba estar con él, pero ella no iba a ser una más del montón — ¿Cómo llegué aquí? — se preguntó al ver la habitación donde se encontraba. Estaba analizando sus dolores, ese delicioso sueño y ahora la habitación, no se movió al sentir su cue
Kogan caminaba por el pasillo pensando en su pareja, por primera vez en sus 9 siglos de vida, había podido dormir sin preocupaciones, tenerla en la seguridad de su manada y a su lado, lo hacía sentir en tranquilidad, después de pensar por 2 siglos que su compañera estaba muerta. En varias ocasiones abrió sus ojos, debía reunirse con sus betas cada mañana, pero después de pasar la primera noche con su pareja y sentir su aroma que lo tranquilizaba, no desea despegarse de ella. — He traído a mi compañera quiero que refuercen la seguridad por todo el territorio — declaró, apenas llegó a una gran sala de reuniones donde sus betas lo esperaban — Solo debemos preocuparnos por una frontera, pero la aparición de la Luna de esta manada la hace el objetivo principal de nuestros enemigos — al ser Cristal una humana, Kogan la sentía más vulnerables que las parejas de sus hermanos. La manada de los REAL BLOOD son extremadamente fuertes, sus lobos son más grandes que los de las otras manadas, todo
2 días habían transcurrido la habitación de Kogan estaba hecha pedazos, ella había destruido todos los muebles incluyendo su ropa y le arrojaba todo lo que pudiera. Su luna seguía sin querer escucharlo, mientras que él y su lobo extrañaban su cuerpo, se les hacía imposible controlarse al sentir su exquisita esencia por la mansión, deseaban golpear con fuerza su gran trasero y que fuera aún más descarada que la primera noche que pasaron juntos. Él comprendía que esa noche su pareja actuó por la orden que Rax le dio, ella no estaba del todo consciente de sus acciones por el extraño vínculo que los unía. La manada de Kogan habían sido testigos del intento de marcharse de su luna, los golpes que le proporcionó y también sabían de lo ocurrido en la habitación. Es imperdonable que alguien golpeara a su alfa no solo una sino dos veces, fue uno de los motivó para que un grupo de sus lobos exigieran que la cambiara, porque al saber que es humana, creyeron que Kogan había llevado un juguete
— ¡LOS CENTINELAS NO SE DIERON CUENTA! — Kogan golpeó con fuerza el escritorio al enterarse que su luna había podido burlar la seguridad que hace 2 días habían mejorado.— Roland y un grupo de lobos la persigue por el bosque — informó Clair a su Alfa.— ¿Está en el bosque? — preguntó con asombro — ¿Cómo llegó tan lejos! — gritó Rax, mirando a su beta.Clair es la tercera al mando y al ser hembra la dejó a cargo de su luna, ella es inteligente y fuerte, se ganó su lugar al derrotar a varios de los mejores lobosOtra razón porque fue elegida como beta fue que nunca vio a su alfa con lujuria como las otras lobas.Muchas deseaban ser la media luna, se pensaba que la pareja de Kogan estaba muerta, no es normal que un licántropo esté sin pareja por tanto siglos y había muchas queriendo ocupar ese lugar.Kogan y Clair no tardaron en llegar hasta donde Roland la tenían acorralada, era digna de ser su pareja, nunca un humano había llegado tan lejos — Luna no se resista — — No quiero… estar… a