Capítulo 42.
Antonio:
Desperté temprano y no encontré a Anne sobre la cama, me estiré un poco y a mi lado seguía Angelo profundamente dormido, me levanté de la cama para asearme y bajar a ver qué está haciendo mi amada Anne. Al bajar me la encontré en la cocina preparando el desayuno.
—Buenos días amor —la besé— que bien huele ¿Que preparas?
—Buen día —sonrio un poco—, pues su desayuno favorito, ya está listo tu té —me lo dió.
—Gracias —le guiñe un ojo y me senté en la isla de la cocina.
—¿Vendrán a almorzar hoy? —preguntó.
—No lo creo Annie —tomé de mi té—, tenemos mucho trabajo y vamos a reunirnos con Marco en la empresa.
Frunció el ceño —¿Marco? ¿Está aquí en New York? —asentí— ¿Porque no me dijeron nada?
—Llegó anoche de Italia, vino a concretar algunas cosas para la empresa de allá —asintió— vino solo, recuerda que Marie debe estar de reposo.
—Pues dile que venga a cenar esta noche, claro si están de acuerdo.
—No lo sé Anne, recuerda que aún no nos reconciliamos cómo tal —asintió de nuevo— va