Capítulo 39.
Antonio:
Después de aquel incidente en él restaurante, fuimos a la casa de los abuelos, Anne no se separó de la chica ni un momento hasta que llegaron sus padres, al tipo se lo llevaron a la cárcel y fuimos a dar declaraciones.
Debo admitir que me siento muy orgulloso de Anne, la forma en que defendió a esa chica fue de admirar, mi chica es toda una mujer valiente. Llegamos a la casa a la hora de la cena.
—¿Como les fue? —preguntó mi madre con una sonrisa.
Angelo y yo le contamos lo que sucedió, luego se unieron los abuelos y mis papás, Anne se había ido a cambiar. La verdad es que esta fue un acto muy valiente por parte de Anne.
—Vaya —dijo mi abuelo impresionado— esa muchachita cada día me va cayendo mejor, es muy valiente.
—Lo es abuelo —dije con orgullo.
—Vamos a cenar, ya Marco llegó con su esposa pero no nos va a poder acompañar, tiene que cuidarla —asentimos.
Empezamos a cenar con todos en la mesa, menos a Marco y su esposa, en dos días regresaremos a New York a hacerle el de