Capítulo 38.
Angelo:
Empecé a moverme sobre la cama y busque a Anne y sentí que no estaba, abrí mis ojos y me senté sobre la cama tallando mis ojos a los segundos apareció mi amada Annie, con una hermosa sonrisa y una taza de café en su mano.
—Buenos días mi dormilón —me dio un pico— te traje tu café —me lo dio— esta como te gusta, yo misma lo hice.
—Gracias nena —hable ronco debido al sueño— esta delicioso, por cierto ¿donde esta mi hermano?
—Ya sabes, ayudando con el desayuno —asenti—, ayude a tu abuela a preparar la habitación de abajo para Marco y su esposa —volví a asentir y tomar mi café— regresan en la tarde y se hará el almuerzo sobre el aniversario de tus abuelos.
—Pensé que no harían nada debido a lo que paso con Marie.
—Pues tu abuela no quiso posponerlo —se encogió de hombros— no quiso darle el gusto a nadie de dañar su aniversario —acaricio mi mejilla— te ves hermoso recién levantado.
—¿En serio? —Levanté una ceja
Asintió —Iré a poner la mesa cariño, no tardes —me dio un beso y salió