Ariel acelero la marcha en su auto, el deseo y la desesperación de volver a ver a Rubí, eran dos sentimientos encontrados que comenzó a sentir en su máxima expresión, no era para menos que deseara estar al lado de la mujer que amaba con la existencia misma de la creación, pero aun así Rubí corría peligro y salvarla de la muerte era el principal objetivo en ese momento de desesperación.

Doscientos cuarenta kilómetros por hora y con dos armas en su cintura, Ariel se encontraba preparado para la acción, sin contar que los autos modificados que fabricó para el Duque, les darían la ventaja en contra de lo que esperarían en la finca de David, era hasta cierto punto inevitable que los dos bandos permanecieran en pie después de esta guerra desatada por el poder y dominio de la región, así como encontrar la venganza y el amor, ¡Todo en una misma acción!

Rubí por su parte sin miedo a enfrentar a la muerte ese día y con las tres escoltas inseparables a sus espaldas, se dispuso inmediatamente a s