CAZADOR
Los médicos de la Sombra Nocturna terminaron de atar a los últimos miembros de su manada, ensangrentados y derrotados, en camillas. Los llevaban al sanador de la manada para que los atendiera.
Observé los cuerpos en el suelo. Mis ojos se posaron en mi madre, a pocos centímetros del cuerpo de Fiona. Los médicos que los rodeaban se acercaron a su cuerpo. Algunos habían estado rodeando los cuerpos. Pero cuando llegaron a Fiona... noté el ceño fruncido y el desdén que todos tenían en sus rostros. Todos lo ignoraron. Para ellos, Fiona era una basura de Blossom y yo estaba dividido. Sentía lástima por Fiona. No podía odiarla. Por mucho que intentara pensarlo racionalmente. Ni siquiera cuando invocó una bola de fuego para matarme mientras yo seguía protegiendo a Loretta. Pero Fiona había sido una auténtica Blossom en los últimos momentos de su vida. Se había convertido en lo que odiaba de su familia, y ese era el legado que se había dejado. Me sentía culpable por ello. Porque por muc