Tessa
Un año después…
Ya había pasado un año, desde que dejamos todo atrás y nos mudamos a Byron Bay.
Encontramos una pequeña casa frente a la playa y nos enamoramos de ella. No era muy grande para ser exactos, pero era preciosa, con paredes blancas y pisos de madera. Tenía una increíble terraza donde colocamos un pequeño juego de comedor, allí, solíamos cenar o picar algo mientras observábamos los atardecer y como las olas rompían contra la playa.
Por las noches, Cameron ponía música, bailábamos, mientras la briza jugaba con mi cabello y me susurraba cuanto me amaba. Otras noches, simplemente nos tirábamos en el piso de madera a observar las estrellas, aunque casi siempre terminábamos enredados y jadeando.
Claro, que jamás me quejaba de eso.
Nunca antes me imagine que en mi pecho entraría tanto amor y felicidad. Aquello no significaba que no peleásemos o discutiésemos de vez en cuando. Sobre todo los días en los que no lográbamos ponernos de acuerdo en los detalles de la apertura del