Juliana miró el botiquín que cogió Adrián, su corazón estaba lleno de emociones encontradas.
Levantó la mano para tomarlo, se mordió el labio y levantó los ojos para encontrarse con los ojos oscuros de Adrián: —Muchas gracias. Hermano.
Con el tono muy solemne.
A pesar de que Adrián lo había dicho mu