Ánsar se sobresaltó, casi dejando caer el vaso de agua que sostenía.
No se atrevió a seguir sentado para tomar agua y se levantó apresuradamente del sofá.
—Papá.
Ánsar aún sentía un temor reverencial hacia Gabriel.
En casa, había logrado esquivar a los demás, pero cuando lo encontraban, todos lo lla