Sin pensarlo dos veces, le dio un puñetazo directo.
—Diego, ¡casi me matas del susto!
El puño golpeó a Diego, pero él no mostró ninguna reacción. La miró sin decir una palabra y comentó: —¿Tan asustadiza y aún así te atreves a perseguirme sola? ¿Está loca?
Dicho esto, se quitó el saco y envolvió a J