Al verlo, Juliana se levantó de inmediato para saludarlo: —¡Hermano!
—No os levantéis, que es un lío. Estoy casi listo —respondió Diego.
A propósito, trajo un medicamento para aplicarse en la herida.
El golpe de Emiliano había sido directo y, si no fuera porque no le dio en el punto exacto, podría h