Cuando ya estaba por salir del diario. después de terminar mi turno, decidí contarle todo a Waldo. Ya saben que yo le tenía mucha confianza a mi enamorado, más luego que me confirmó que yo tenía también sangre de lobo en las venas y que uno de mis antepasados había sido incluso un gran alfa de la jauría. Me sentía muy identificada a él y deseaba ser su hembra, además, je je je. Waldo se iba a quedar hasta un poquito más tarde porque debía chequear las últimas informaciones del día. Aún se estaban desarrollando varios partidos internacionales que debían consignarse en la web y en la edición impresa.
-¿Eso te dijo McCloud? ¿Verse en tu casa para hablar de tu contrato?-, se mostró extrañado Waldo. -No me gusta ese tipo-, estrujó mi enamorado su boca. Waldo había coincidido con McCloud en diferentes comisiones y lo veía como un tipo falso, misterioso, enigmático, esquivo y hasta de doble cara. Waldo se molestó aún más cuando le dije lo que suponía Alessia, de que McCloud estaba enamora