Capítulo 135
Sabrina se despertó a la mañana siguiente y no vio a Francisco en su dormitorio.

Después de lavarse, Inés, la criada le trajo el desayuno.

Terminó su desayuno y empezó otra inyección.

Sabrina miró hacia la puerta del dormitorio y quería preguntarle a Rahman, pero le dio vergüenza hacerlo.

—Descansa. ¡Francisco se fue anoche!

Rahman se sentó en el sofá con las piernas cruzadas, incapaz de soportar aquella mirada.

Sabrina se puso un poco decepcionada, —¿Ha vuelto a Madrid?

—¿Qué te parece?

Sabrina no dijo nada más.

—Cuando te hayas recuperado, volvamos a Inglaterra. Hace tanto tiempo que no apareces, esos astutos piensan que estás muerta y están tramando algo malo otra vez. —dijo Rahman mientras pelaba la manzana.

Sabrina frunció el ceño, —¿Sí? Entonces tendré la oportunidad de enderezar a los malintencionados dentro de la organización.

—Tienes razón.

Rahman partió la manzana por la mitad y se la dio, —Después descansas unos días más y nos vamos.

—No, yo...

Rahman interrump
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