Me estiro en la cama. Tuve una mala noche, el dolor iba y venía y la verdad no quería molestar a Mark. Pero ese terco apenas me movía despertaba y me preguntaba como estaba. Hasta le Salí con una de las mías pobre. Él se preocupa y yo contestándole de mala manera. Pero gracia a Dios entiende que no debe ser agradable sentirse como me sentía anoche. Me volteo y estoy solo en la cama, miro el despertador y veo que son las nueve ¡mierda! ¿Tanto dormí?  Me levanto y me voy al baño por una ducha, gracias a Dios el dolor se fue por ahora. Me visto con unos shorts negros y una camiseta azul celeste sin mangas. Coloco mis zapatillas negras que son una de mis favoritas. Tienen en la parte delantera unas piedritas muy chic. Me hago una cola alta. Salgo de la habitación y no veo a Mark en el salón, voy hasta la cocina y me sorprende ver a Sol hoy

—Buenos días Sol —la saludo y me quedo de pie en la entrada de la cocina—¿Cómo estás?

—Hola Alicia —se limpia las manos con una