Benoit Miroslav estuvo buscando a Caroline toda la noche, sentía mucha frustración por no atraparla.
- No estás? ... no es posible que no te encuentre?... Acaso ese muchacho te está escondiendo?...- pensó Benoit.
Salió rápido al campo para volver a ver a Emilio, los campesinos ya estaban trabajando, observó a la gente y no lo vió por ningún lado.
Se acercó a un hombre mayor para averiguar dónde vivía Emilio.
- Señor... ando en busca de un joven, Emilio Jackson... pero no lo encuentro?... usted sabe si vino a trabajar hoy?...- preguntó amablemente Benoit.
El anciano lo miró con curiosidad.
- Porque anda buscando a Emilio?... él pidió permiso para ausentarse hoy...- dijo el hombre inquieto.
- Oh!! .. que pena... quería agradecerle por una información que me dió ayer... usted sabe donde vive?...- preguntó mientras sacaba unas monedas de plata.
El anciano abrió los ojos de avaricia, trago salivar y miró con entusiasmo a Benoit.
- Patrón!!... yo puedo decirle donde vive si usted acepta darme algunas de esa monedas!!..- dijo sin tapujos el anciano.
Benoit le sonrió irónicamente.
- Claro que sí... de hecho le puedo dar esta bolsa llena de monedas...- dijo mientras sacaba un bolsa de su bolsillo.
Los ojos del hombre brillaron de emoción.
- Si Patrón!!!... Emilio vive al otro lado del bosque, donde está la laguna... vive con su abuela...- dijo sin pensar el anciano.
Benoit le entrego la bolsa de monedas y salió a buscar la dirección de Emilio.
Caroline comenzó a despedirse de Ana .
- Quería agradecer por la hospitalidad que recibí en su hogar... estaré eternamente agradecida..- dijo humilde Caroline.
- Nos alegra haber podido ser de ayuda.. lamento mucho que tengas que partir, pero estarás más protegida en tu hogar...- dijo tristemente la anciana.
Caroline le dió un beso en la cara y le hizo una reverencia para demostrar respeto.
Emilio la estaba esperando en la carreta, su semblante era de tristeza, no quería dejar ir a Caroline y dejarla a merced de Benoit.
Caroline se subió a la carreta con ayuda de Emilio, se miraron por un momento, ella agachó su cabeza .
Benoit llego en el momento que la carreta partió.
- Así que estabas aquí escondida... querida Caroline... ahora veremos a donde quieres ir...- se dijo mientras comenzó a seguirlos de cerca.
Caroline estaba nerviosa, miraba a todos lados, sentía que estaba siendo perseguida, un escalofríos recorrió todo su ser.
- Tienes frío?... la mañana esta un poco fresca...- dijo Emilio sin darse cuenta del peligro que los acechaba.
La carreta llegó a la ciudad y fueron directo a la mansión Real, Emilio se bajó para ayudar a Caroline.
- Ya estas en casa... me aseguraré que entres...- dijo con tono protector Emilio.
- Entraré por la puerta de la servidumbre, para no alarmar a mi familia... y gracias nuevamente... te estoy agradecida...- dijo Caroline nerviosa.
Emilio se acercó a la joven y con delicadeza beso sus labios.
- Vendré a verte mañana para asegurarme que todo este bien...- decía mientras le daba un abrazo.
El joven volvió a la carreta mientras Caroline entraba a la casa, el chico suspiro profundamente y partió rumbo a su trabajo con el corazón destrozado .
Caroline también suspiro aliviada por estar en su hogar, pero esa tranquilidad no duró nada.
- Que gusto volver a verte... querida Caroline... estás más hermosa que nunca... el campo se asentó de maravilla...- dijo burlándose Benoit.
Caroline abrió los ojos de espanto, trató de correr pero Benoit le corto el paso.
- A donde vas? ... querida... es hora de volver a tu verdadera casa , además que no estarás sola esta vez...- le dijo con firmeza Benoit.
- No puedes obligarme ... no quiero volver contigo!!...- le reclamo Caroline .
- Uf!! Querida... no tienes elección... si quieres que no le haga ningún daño a tu prima... debes venir conmigo o si no...- dijo amenazante Benoit.
- Si no que ?...- preguntó Caroline asustada.
- Que seria lamentable que tus nuevos amigos, sobre todo... Emilio... sufriera un trágico accidente...- dijo con tono siniestro.
Caroline se llevó la mano a la boca .
- Déjalos en paz!!... ellos no te han hecho nada!!...- le gritó Caroline.
- Pssst! ... eso depende de tí... debes tomar una decisión ahora!!...- dijo molesto Benoit .
Caroline se extremecio y después de pensarlo un momento asintió con la cabeza.
- Esta bien iré contigo, pero debes prometerme que no les harás ningún daño...- le pidió la muchacha angustiada.
Benoit la miró fijamente.
- Algo cambió en tí... Caroline... ya no eres esa muchacha arrogante y llena de pasión... me pregunto si tendrá algo que ver ese campesino...- meditó Benoit mientras la observaba detenidamente.
Caroline se sonrojó ante la suposición de Benoit.
- Pero esta bien... si no haces nada estúpido, ellos estarán a salvo, ahora vamos, nos espera nuestro carruaje, a menos que quieras viajar en una carreta?...- preguntó irónicamente Benoit.
Al salir de la mansión Alfred los esperaba con la carroza que los llevaría devuelta a la mansión Miroslav.
Mientras tanto en la mansión Real, Silvia y Carlota le alistaban para salir en busca de alguien que cambiaría toda está historia.
- Estás segura que lo que vamos hacer es lo correcto?... no será peor? Y tengamos que soportar la furia de Benoit Miroslav?...- preguntó la tía Carlota.
- No puedo esperar más!! ... cada minuto en esa mansión tanto Amelia como Caroline corren peligro y sin pensar que Elizabeth también está al acecho de ese hombre, así que no nos queda más remedio que buscar a ella...- dijo preocupada Silvia.
Carlota solo observó el rostro demacrado de Silvia que no tuvo otra alternativa que aceptar.
Se subieron al carruaje que las condujo en dirección a la laguna, al entrarse al bosque una casita de madera interrumpía el entorno.
Silvia le mostró la casa a Carlota.
- Mira!!!... es ahí... vamos de prisa...- dijo emocionada Silvia.
Se bajaron del carruaje y caminaron a la puerta golpearon suavemente y se escucha unos pasos al interior.
Una anciana les abre la puerta, que al verlas casi se desmaya de la sorpresa.
- Pero ustedes? Que hacen aquí?!... acaso has olvidado nuestro plan?...- preguntó la anciana.
- Créeme si no fuera de mucha urgencia... no te molestaría...Ana..