57. La Intervención de Kerpes
Las imágenes mostraban a Zuke como una líder temible, su rostro distorsionado por la ambición y el poder. Karios sintió un escalofrío recorrerle la espalda; aquellas visiones oscurecían su corazón y encendían el temor de lo que Zuke podría llegar a ser si liberaba todo su potencial.
Karios sabía que, al romper el sello que la había mantenido en ese estado, corría también el riesgo de desatar el lado más oscuro de Zuke. Estaba atrapado en un conflicto interno devastador. Por un lado, anhelaba verla recuperar su fuerza y convertirse en la guerrera que él sabía que era. Por otro, el miedo a las consecuencias de esa fuerza lo llenaba de dudas. La seguridad del reino —y su amor por Zuke— estaban en juego.
La batalla proseguía, pero el verdadero conflicto se libraba dentro de él. Karios se encontraba al borde de una decisión trascendental ¿Debía dejar a Zuke tal como estaba, preservando su esencia, o arriesgarse a liberarla por completo, permitiéndole desplegar su verdadero poder? El peso