Marcos después de hacerle el amor a su recién estrenada esposa salió del pequeño apartamento con una idea fija en su mente y corazón. Por eso después de llegar a su apartamento y cambiar sus ropas se dirigió a la división policial y llegó hasta la oficina y espero a su superior y amigo. Ya que ambos irían de nuevo a la universidad para seguir con los seminarios de perfiladores.
—Necesito hablar contigo, por favor— dijo Marcos con voz serena cuando este llegó a saludar.
Sanabria lo miró con curiosidad y asintió con la cabeza.
—Ven a mi oficina. Aún tengo asuntos de la banda del Topo que no se han concluido.
Ambos se dirigieron a la oficina de Sanabria. Este llegó hasta su silla y miró directamente a los ojos.
—Dime— dijo con brevedad
Marcos sacó de su traje el papel del anónimo que encontr