Susana despertó y más tranquila sus padres le informaron lo que sucedió y de que ya no volvería ser agredida por Rita. Y que la mujer solo era una desquiciada por un trauma que sufrió cuando era niña.
La habitación de la joven se encontraba a rebosar de flores y de regalos que amigos muy allegados y familiares le traían al preguntar por su bienestar. Ha pasado un sin número de personas a visitarla, pero la persona que ella quiere ver es a Marcos y él no ha venido en ningún momento.
Con el corazón triste solamente suspira y lo espera con ansias.
Llegan varios oficiales a la habitación en donde se encuentran varias amigas de ella y sus padres.
— ¿Cómo estás? — pregunta Sanabria, complacido de verla bien. Se notaba un mejor color y un hermoso brillo en los ojos miel.
— ¡Bien! — sonríe tí