Susana permanece en un silencio absoluto. Está abrumada por un torbellino que gira dentro de ella y amenaza con destruirla desde adentro hacia afuera y sus emociones son un total caos que amenaza con llevarse su cordura a un paso rápido. Sus ojos permanecen estáticos mirando a la nada, sus oídos escuchan, pero no entiende lo que dicen las voces a su alrededor. No puede dar crédito a lo que le está sucediendo. Después de una horrible pesadilla ahora está libre gracias a su captor.
La sorpresa no la abandona cuando recuerda las palabras de aquel hombre alto y mayor decir que su captor era un agente de policía y que además se encontraba muy grave por salvarle la vida y podría hasta morir. Y el problema es que su prometida sufrirá un gran dolor.
Gimió mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas delgadas y sucias. Con manos temblorosas las quit