El contundente rechazo de Lori sorprendió bastante a Dereck, sin embargo, eso no lo desanimó y continuó con su propósito.
—¿Por qué? —preguntó con curiosidad.
—Porque no quiero verlo —recalcó la mujer.
—Entiendo, en ese caso, tendré que pedirle a la enfermera que se marche —respondió Dereck dirigiéndose a la puerta.
A Lori le intrigó que ese hombre se rindiera fácilmente, así que cuestionó con recelo.
—¿De verdad no vas a obligarme a ver a ese niño?
—Así es. Si no estás a gusto, no puedo forzarte a hace