El ringtone desconcentró al ansioso Thomas Walker, que rápidamente abrió el cajón para sacar el teléfono móvil y revisar rápidamente el mensaje, sin embargo, se sintió decepcionado al ver que era una de sus amantes la que le escribía para preguntarle cuándo volverían a verse.
—¡Maldita sea, Karen! Solo piensas en coger —reclamó furioso, dejando a un lado el teléfono y volver a su computadora.
Mientras pasaban las horas, Thomas revisó constantemente el aparato móvil cada vez que sonaba, pero al comprobar que no era Lorraine quien le hablaba, gruñía de rabia y se prometía a sí mismo a no caer de nuevo.
Al final de la jornada, Walker sintió un repentino cansancio,