Las alertas de nuestros lobos se hace presente al igual que algunos se transforman, yo decido quedarme en forma humana, sea lo que sea lo podremos detener.

—Cachorros, que gusto verlos, la última vez en la cascada no fueron nada cortes y me merezco algo de respeto, por lo menos por haber cuidado de Derek por tantos siglos, jajaja.

—¿Qué diablos haces en mis tierras? Largo de acá. 

—Que triste ver como me tratas, y yo que solo venía a dejarte esto.

Arrojo los brazaletes de los muchachos eran cuatro en total, Jade había diseñado esos brazaletes uno para cada uno de sus primos, estaban personalizados con sus nombres y algo que los distinguía.

—¿De donde sacaste esto? Eres un maldito hijo de perra, no toques a ninguno de mi familia o te arrepentirás.

—¿Dónde habré escuchado esas palabras antes, donde‽ ah si ya recordé hace veintisiete años me dijeron lo mismo y vean acá estoy