Capítulo 419
La situación de Clara no era buena. Ya estaba gravemente enferma, y ahora había recibido un disparo. Esa misma noche, comenzó a tener fiebre.

Deliraba en medio de la fiebre, como si estuviera flotando en el mar, murmurando para sí misma.

—Mamá, tengo frío, no te vayas...

—Mi bebé, no me dejes sola, llévame contigo...

—Vivir es realmente muy doloroso...

—Duele, duele mucho...

Carlos, con los ojos enrojecidos, miraba a Clara con amargura.

Ella tenía solo veintiún años, ¿por qué tenía que sufrir tanto?

—Hermana Clara, prometo que te protegeré, lo juro.

Clara se despertó después de un día de letargo, con su muñeca vendada.

Un vendaje blanco envolvía su muñeca, ocultando la herida. Solo sentía un leve dolor cuando movía la mano.

Todo lo que había sucedido no había sido un sueño. Diego realmente le había disparado.

—Hermana Clara, estás despierta. —Carlos sonaba emocionado.

Clara abrió los ojos y miró hacia él. —Carlos, ¿dónde estamos?

—En el mar abierto. Hermana, hemos dejado la ciudad de Á
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