Yolanda perdió a sus padres de la noche a la mañana y se sumió en la desesperación, pero su propia salud no le permitía asistir siquiera al funeral.
Toda la ciudad de Ávila parecía envuelta en una neblina oscura y lúgubre.
El padre de Manuel, al enterarse de la muerte de su hijo y nuera, fue llevado de urgencia al hospital, lo que resultó en un apresurado funeral para Manuel.
Bajo un cielo grisáceo, Clara observó a una mujer vestida con una falda negra, sosteniendo un paraguas negro, parada junto a la tumba de Manuel durante mucho tiempo.
A pesar de su hermoso rostro, había una expresión de ferocidad en él. No había previsto que Manuel tomaría la drástica decisión de unirse a Camila en la muerte.
Aunque había planeado y calculado durante tantos años, sus esfuerzos habían resultado en vano.
María no esperó a que Manuel se arrodillara suplicando. Él preferiría morir antes que rendirse de esa manera, dejando en claro sus sentimientos.
Al final, todo se redujo al deseo no satisfecho de Mar