2 días después: 10 de agosto
Cinco merecidísimos días de descanso antes del próximo compromiso. Nuevamente en nuestra casa en Barcelona, dejamos las maletas a un lado y lo primero que ella hace, es ir hacia el sofá de la sala y recostarse en este. —¡Que lindo que es estar en casa!— Dice con alivio y sin dudarlo voy hacia allá y la miro como pidiéndole que me haga un espacio. —Ven. — Señala y se mueve más hacia el respaldar para que entremos los dos.
La abrazo a mí y nos quedamos en absoluto silencio durante unos segundos. Es como si estuviésemos apreciando la paz que hay aquí. Creo que nos hacia mucha falta volver a estar absolutamente solos —Cariño.— Digo interrumpiendo nuestro momento de calma.
—Mmmm...— Murmura y se acomoda mejor sobre mi pecho.
—Deb