85. ¿A ti que te importa?
Unas semanas después, cuando todo estaba preparado Pari y su familia llegaron a su residencia, Gian y ella de inmediato se alistaron para visitar a la familia.
— ¿Vienes con nosotros?—, preguntó Pari a Alex un poco preocupada por su actitud.
— No quiero, estoy cansado.
Pero esta vez su tío intervino: —Es de muy mal gusto que no asistas, así que ve a cambiarte y acompáñanos, será una visita breve.
— Está bien—, respondió el chico resignado, pues su tío era más estricto e inflexible que Pari.
Una vez allí Alex se quedó en silencio intentando estar en segundo plano, —Como estás hermana—, se abrazaron las embarazadas un poco de lado para no incomodar a sus respectivas barrigas.
— Ay Kaira no te mentiré, parezco un globo y cada día parezco que me llenan con más helio.
— Hola cuñada, yo siempre le digo que luce cada vez más hermosa al igual que tú, pero no me quiere creer.
— A veces las embarazadas somos un poco sensibles, a veces lloro solo escuchando una canción y de hecho hasta una vez