A la mañana siguiente lo ocurrido ya era noticia nacional, así que anunciaron la noticia mientras Arin se preparaba para ir al trabajo.

“¿Víctima de la mala suerte o acaso hay algo más oculto?, es un caso sospechoso, en la noticia de esta mañana el extraño caso de un joven empresario quien perdió a su prometida el mismo día de su matrimonio y ahora a solo unos meses de ello pierde la vida su esposa, lamentamos que Arin Kumas esté pasando por este difícil momento”.

Arin no había podido dormir en toda la noche, la rabia y la decepción habían sido sus compañeras, pero por mucho que en varias oportunidades estuvo deseoso de llamar a Kaira se contuvo hasta que amaneció.

“¿Qué es esto?, tiene que ser un error, estoy seguro”, sin embargo, cuando repicó su teléfono y se trataba del detective de Udaipur supongo que algo andaba mal.

— Señor Arin, siento decirle…

— No…, ¡no puede!

— Lo siento tanto no haberle llamado antes, pero no me enteré hasta ahora que he llegado a la estación, pues anoche